Amor Dulce Y Empalagoso

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El viento fresco acaricia nuestros cuerpos mientras caminamos por el bosque en busca de la cabaña

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El viento fresco acaricia nuestros cuerpos mientras caminamos por el bosque en busca de la cabaña. Cada susurro y suspiro se mezcla con el sonido de las hojas y el aroma de la naturaleza. Nos sumergimos en la belleza del entorno, dejando que la magia del lugar nos envuelva. Nuestras manos se mantienen entrelazadas en una unión cálida. 

En la distancia no muy lejos del lago se alza la cabaña de Jimiyu, un suave humo flota desde la chimenea dispersandose con el viento.

Con paso lento y conciso nos acercamos a la cálida cabaña, deteniéndonos en el arco del umbral antes de abrir; nos miramos a los ojos, con una mezcla de deseo y complicidad. Sabemos que estamos conectados de una manera única y especial, y eso solo aumenta nuestra pasión y nuestras ganas de tener las manos sobre el otro… —¿cómo pase de odiarlo y querer golpearlo, a desear que no deje de tocarme?— Sin decir una palabra, nos acercamos lentamente el uno al otro, nuestros labios se encuentran en un beso apasionado. Nuestras manos exploran cada centímetro de nuestros cuerpos, despertando sensaciones intensas y el deseo de más.

—Ustedes dos, hasta aquí puedo olerlos, con un demonio, apestan a sexo —gruñe desde el interior de la cabaña el hermano de Jungkook, lo que me hace reir y a Jungkook gruñir también.

Riendo cómplices nos alejamos a regañadientes justo cuando la puerta de la cabaña se abre dejando ver a Yoongi con su ceño fruncido y cara roja, lo que hace lucir más profundas las cicatrices en su rostro. 

A su lado derecho se encuentra Gukmin de brazos cruzados y el ceño ligeramente fruncido y del lado izquierdo Jin me sonríe ampliamente con los pulgares arriba. 

—Deberíamos empezar el viaje de regreso a la manada. No puedo dejar a Nam por mucho tiempo a cargo. 

—¿Y por qué no? Estoy seguro que es tan capaz como tú o cualquier otro que se quede a cargo. 

Jungkook suelta una risa burlesca al igual que Yoongi. 

—Tu no conoces a nuestro hermano, humano, él es como el dios de la destrucción, no sabe controlar su fuerza… Así que con eso te digo todo —palmeando el hombro de mi mejor amigo Yoongi da por terminada la charla volviendo donde Jimiyu. Entrelazan las manos y parecen estar conectando con sus miradas distintas ya que no se dicen nada hasta que me dejan entrar a sus mentes. 

—Parece que volveremos solo nosotros Jungkook. 

—Te vas a quedar Yoon. 

—Si —. Gira mirándonos —Jimiyu no está listo para dejar el lugar donde ha crecido. 

—Te he dicho que puedo quedarme solo si debes volver, no me va a pasar nada. He estado solo desde que murió la señorita Colton y mírame. 

—Y yo te dije que voy a quedarme el tiempo que sea necesario aquí contigo. 

—Aun no puedo creer que sean tus hijos —me dice Jungkook rodeando sus manos en mi cintura. Mientras observamos al igual que los demás al par de melosos —Pero ya veo el parecido de Jimiyu en ti —sonríe —pero lo que no entiendo, es porque el cachorro se parece tanto a mi. 

El encantador de lobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora