El Recién Llegado Y Jimiyu

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Al día siguiente despierto lentamente, con la energía renovada, sintiendo la luz suave del sol filtrándose entre las hojas de los árboles

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Al día siguiente despierto lentamente, con la energía renovada, sintiendo la luz suave del sol filtrándose entre las hojas de los árboles. Mi cuerpo se estira perezosamente mientras me acomodo en la cama una vez más. Levantó la mirada y contempló el espectáculo que se despliega ante mis ojos: un espléndido amanecer después de la tormenta que azotó esta zona del bosque.

Me levanto de la cama perezosamente, tallo mis ojos mientras doy un largo bostezo y caminó hacia la ventana más próxima dejando que la brisa suave acaricie mi rostro. Observó maravillado cómo la naturaleza se renueva después de la tormenta, recordándome que incluso en los momentos más oscuros, siempre hay luz y belleza esperando para ser descubierta.

El sol emerge tímidamente desde detrás de las nubes, pintando el cielo con tonos cálidos de naranja y rosa. Los rayos del sol atraviesan las copas de los árboles, creando destellos de luz en todo el paisaje. Los pájaros vuelan en armonía, cantando su alegría al despertar, alentando a los demás animales a explorar la mañana fresca mientras retozan sus patas sobre el rocío que ha cubierto los suelos. 

El bosque cobra vida nuevamente, cada vez más con cada minuto que pasa. Las hojas brillan con una frescura renovada, el arroyo fluye con agua cristalina y las flores se yerguen orgullosas, exhibiendo sus colores vibrantes.

El amanecer en el bosque tras la tormenta es un recordatorio de la magia que nos rodea y de la esperanza de un nuevo comienzo. Estoy ansioso por explorar lo que este día nos depara y descubrir nuevas maravillas en este mágico bosque.

Cerca del arroyo en un pequeño huerto se encuentra Jimiyu alimentando a una familia de conejos —sonrió melancólico, ahora entiendo porque los conejos lo siguen y porque a mi me gustan bastante los animales— su largas rastas recogidas en una coleta alta, su cabello dorado deslumbra con los pálidos rayos de sol que aterrizan en este. 

Sonriente, renovado y fresco como lechuga me coloco una jardinera que Jimiyu ha dejado sobre la mesa con una peculiar nota de caligrafía impecable donde solo se podía leer la frase «pontela» así que sin más me despojo de lo poco que llevo puesto y sin la parte superior me colocó la jardinera y salgo de la cabaña. 

Basta poner un pie afuera para observar cómo mis pies se hunden en el pasto y charcos de lodo y agua que han quedado como señal del paso de la tormenta, sin embargo, no importa y continuó avanzando con determinación hasta llegar al lado de… Mi hijo, aunque suene extraño, me detengo a su lado, remojo mis labios observando su serenidad antes de adoptar su posición cerca del suelo, pero no sobre la manta donde se encuentra él. 

—Te has despertado —asiento, aunque se que no me verá, tallo mis ojos sintiendo cómo las rodillas y piernas se llenan de lodo al arrodillarme. —Crees que le haya pasado algo al hermano de Jungkook… cuando una tormenta te toma por sorpresa en el bosque… Es demasiado peligroso. 

El encantador de lobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora