06

208 15 1
                                    

21 de mayo del 2024

La gira de Guido y sus hermanos por españa había empezado hace unos dias y yo ya sentía su ausencia. Aunque intentábamos hablar todos los días, no era lo mismo.

Hoy, mientras revisaba mis redes, me encontré con unas fotos de ellos en España. Habían salido a tomar algo con las teloneras de su show. No pude evitar que me hirviera la sangre al ver cómo una de las chicas, una morocha de pelo lacio y un maquillaje bastante llamativo, estaba demasiado cerca de Guido.
La mina le estaba tocando el brazo, sonriendo como si se conocieran de toda la vida.Suspiré y traté de calmarme. No iba a montar un escándalo por una foto, pero la verdad es que no me gustaba nada lo que veía.
Decidí esperar a que Guido me llamara para nuestra videollamada diaria.Esa noche, cuando por fin sonó el celular, vi su nombre en la pantalla y sentí una mezcla de emoción y celos.

Contesté y ahí estaba él, con su sonrisa deslumbrante y su pelo revuelto.

-Hola, morenita -dijo, con esa voz que siempre me hacía derretir.

-Hola, rubio. ¿Cómo te trata España? -intenté sonar despreocupada, aunque sabía que no podía ocultarle nada.

-Bien, bien... extrañándote mucho. Hoy tocamos en Madrid y estuvo increíble. ¿Vos qué tal?

-Todo tranquilo. Vi las fotos de la salida con las teloneras... -dije, sin poder evitar que mi tono se volviera un poco ácido.Guido frunció el ceño, notando mi incomodidad.

-Ah, eso. Nada importante, son solo compañeras de la gira. No hay de qué preocuparse, more.

Lo miré a los ojos a través de la pantalla, buscando algún rastro de mentira. Pero Guido siempre había sido sincero conmigo, y no tenía razones para dudar de él. Aun así, los celos eran difíciles de manejar.

-Mirá, Guido, no puedo evitar ponerme celosa. Esa mina estaba demasiado cerca tuyo, y no me gustó nada.

Guido suspiró, comprendiendo mi reacción.

-Entiendo, pero no tenés de qué preocuparte. Vos sos la única que me importa. Te extraño mucho, y quiero verte ya. Necesito sentirte, morocha.

Su voz se volvió más suave, casi un susurro. Sentí un escalofrío recorrerme la espalda. A pesar de la distancia, Guido siempre sabía cómo hacerme sentir especial.

-Yo también te extraño -respondí, dejando que mi tono se volviera más coqueto-. Pero, ¿sabés qué? Vas a tener que esperar a volver, porque acá no hay nada para vos.

Lo vi sonreír, sabiendo que estaba jugando con él. Me levanté un poco la bata, dejando ver mi pierna. Guido tragó saliva, mirándome con esos ojos intensos.

-Morocha, no me hagas esto. Te necesito ahora.

-Bueno, quizás te muestre un poquito más... -dije, levantando apenas la bata para que pudiera ver mi muslo.

-Estás jugando conmigo hija de puta.Te necesito, Morena. Te necesito ahora mismo.

Me mordí el labio, disfrutando de su desesperación. Quería hacerle saber que estaba dispuesta a jugar, pero que yo tenía el control.

-A ver... mostrame cómo estás, Guido. Quiero ver cuánto me extrañás.

Guido bajó la cámara un poco, mostrando su torso desnudo y su mano bajando lentamente hacia sus pantalones. Vi cómo su mano se deslizaba por su abdomen, y mis propias ganas empezaron a intensificarse. No podía creer lo mucho que me afectaba verlo así, tan vulnerable y a la vez tan deseoso de mí.

-Así te gusta, morocha -murmuró, mientras su mano se movía debajo de su pantalón.

-Sí, Guido, pero quiero más. Sacate la ropa. Quiero verte todo.

Él obedeció sin dudar. En cuestión de segundos, su pantalón y calzoncillos estaban en el suelo, y su erección era evidente. No podía evitar sonreír al ver cuánto lo había excitado.

-Ahí está, mi rubio -dije, mientras yo misma comenzaba a desatar la bata-. Pero no vas a tocarte hasta que yo te lo diga, ¿entendiste?

-Sí, morocha, como vos digas.

Me levanté lentamente la bata, dejando ver mis pechos y mi vientre. Pude ver cómo sus ojos se llenaban de deseo, y eso me hizo sentir poderosa. Me dejé caer en la cama, asegurándome de que la cámara captara todo.

Deslicé mis manos por mi cuerpo, acariciando mis pechos y bajando lentamente hacia mi entrepierna. El placer de tocarme mientras él me miraba era intenso. Sabía que estaba torturándolo, pero también sabía que esto lo mantendría pensando en mí durante toda la gira.

-Dale, morocha, no me hagas esto -suplicó, con la voz ronca de deseo-. Necesito verte toda.

-No tan rápido, rubio. Quiero que me digas cuánto me extrañás primero.

-Te extraño más que nada, Morena. Sos todo para mi. Necesito sentirte, tocarte, besarte.

-¿Así? -dije, mientras mis dedos comenzaban a moverse más rápido, aumentando el ritmo y la intensidad.

-Sí, así. Quiero estar ahí con vos. Quiero sentirte por completo.

Suspiré, disfrutando del placer que sus palabras me provocaban. Decidí darle un poco más, abriendo más la bata y dejando que mis manos se movieran más libremente.

-Mirá como me pones rubio.

Él jadeó al ver cómo mis dedos se movían con más urgencia, tocando cada parte sensible de mi cuerpo. Estaba al borde de la locura, y eso me hacía sentir increíble.

-Morocha, no aguanto más. Necesito tocarme, por favor.

-Está bien, Guido. Hacé lo que quieras. Pero recordá, soy yo la que te hace sentir así. Soy yo la que te tiene loco.

Lo vi moverse con rapidez, sus manos envolviendo su erección mientras sus ojos no se apartaban de mí. Verlo tan desesperado me hizo sentir un poder inmenso. Quería que supiera que yo era la única que podía hacerlo sentir así.

-No puedo más... voy a... -su voz se cortó en un gemido profundo.Justo en ese momento, decidí detenerme y cubrirme con la bata otra vez.

Quería dejarlo en el borde, deseando más.

-Bueno, Guido. Creo que es suficiente por hoy. Tal vez te deje ver más mañana.

-¡No! Por favor, no me dejes así, morocha. Necesito más.

-Lo siento, guidito. Pero tengo cosas que hacer. Y vos también. Seguí disfrutando de tu gira,besos.

Corté la llamada antes de que pudiera protestar más. Me sentí satisfecha, sabiendo que lo había dejado con ganas de más,sabía que cuando ya este en mi casa el me dejaría sin poder caminar.





"tus satisfacciones son para mi"

"no es cuánto das si no cuánto resistis"

"tus ojos perla que miran firme,hermosos como luna llena en la noche"

"sos mi satisfacción"

𝑆ℎ𝑎𝑑𝑒𝑠 𝑂𝑓 𝐶𝑜𝑜𝑙- 𝐺𝑢𝑖𝑑𝑜 𝑆𝑎𝑟𝑑𝑒𝑙𝑙𝑖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora