Amaneció una vez más aprisionada entre las dos personas más importantes de su vida. Ling dormía en su pecho como siempre que la madrugada la sorprendía con pesadillas y corría a refugiarse en los brazos de su madre, acabando sobre Yoko, mientras Faye se enredaba en ella como la hiedra salvaje, completamente pegada, una maraña de brazos y piernas que la llenaban de ternura y amor.
Recordaba mordiendo ligeramente su labio inferior los acontecimientos del día anterior, con una mezcla de nostalgia, alivio y sobre todo amor, un amor profundo por una mujer herida que se había abierto a ella por completo.
Recordaba como tras narrarle el hecho más traumático de su vida, sus labios se unieron en una confirmación muda de que esa unión que tenían era mucho más que un capricho, mucho más que algo prohibido, se amaban con intensidad, con la fuerza de un huracán capaz de arrasar sus almas y borrar cualquier herida que el pasado hubiese procurado en ellas.
Como Faye la elevó en sus brazos y con prisa la llevó a su cama, con la piel ardiendo, el deseo desbocado y la necesidad imperiosa de unirse a aquella que le había devuelto el sentido a su existencia, como cayeron las ropas y se encendieron sus cuerpos, como sus labios arrasaron su piel, como se precipitaron con prisa hacia ese barranco tan conocido y ansiado, rodando sobre esa cama que las había visto amarse en demasiadas ocasiones.
Recordaba también como tuvieron que vestirse a la velocidad de la luz al escuchar la puerta abrirse y la voz de Pam penetrando en su hogar, acompañando a Ling sin percatarse de que su amiga estaba en casa. La pequeña, al ver la chaqueta roja de su madre, supo en seguida que esta se encontraba en el apartamento y corrió a buscarla entre risas, mientras Faye salía a su encuentro ya vestida dándole a Yoko un pequeño margen para que terminara de arreglarse, estaba a punto de conocer a la mujer a quien Faye consideraba familia.
La pequeña intuyó que su madre no estaba sola al verla salir de la habitación y se deshizo de su abrazo con prisa pues Yoko también estaba en la casa, entró en el cuarto que la pelinegra y su madre compartían y saltó a sus brazos feliz mientras ella la acogía con ternura.
Ling tomó su mano, impaciente por presentarle a Pam a aquella que había revolucionado sus vidas de la noche a la mañana y entre risas la arrastro fuera de la habitación, dirigiéndose al lugar donde Faye estaba poniendo al corriente a su amiga del veredicto anunciado en la facultad.
Al verlas, la niña empezó a gritar feliz, aferrada con fuerza a la mano de su adorada morena cuyo rostro se estaba volviendo escarlata por momentos ya que seguramente Pam intuiría qué habían estado haciendo las dos solas en el apartamento.
-"Mia mia Pam, YOO aquí"
La joven castaña de ojos claros clavó su mirada en la muchacha, reconociendo que era bonita y le sonrió amablemente ya que la conversación sobre la moral la tuvo con Faye meses atrás y la rubia fue tajante, amaba a Yoko y pensaba enfrentarse a todo por ella.
-Así que usted es la famosa Yoko de la que esta pequeñaja no deja de hablar en todo el día
-"Supongo que sí"
La joven tomó su mano como saludo y el ambiente se relajó al instante, Pam decidió quedarse e interactuar con esa extraña familia que habían formado, quedando completamente encandilada de la relación que mantenía Yoko con la pequeña, el cariño y la ternura que se profesaban, incluso pudo ver en Faye a la mujer que fue antes del accidente, atenta y dulce, sonriente y juguetona, robando besos a su amada cuando creía que nadie las miraba.
Podía ver en las miradas que ambas se regalaban la intensidad de sus sentimientos y toda duda sobre las intenciones de su amiga para con esa niña se disiparon, Faye se había enamorado una vez más y ella sabía hasta dónde era capaz de llegar por cuidar aquello que amaba.
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Miss Malisorn
FanfictionYoko Lertprasert empieza su cuarto curso de Literatura en la universidad, una de sus asignaturas la imparte Faye Malisorn, una mujer brillante con un oscuro pasado a sus espaldas. Desde la primera mirada que cruzan ambas se ven arrastradas por una s...