Extra 2

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1 mes después/ mansión Potter Black

Draco empezó a tener curiosidad por como vivían los muggles, se veían tan felices con miserias, los observaba detalladamente a través de la pantalla de la televisión, tantos lugares que empezaron a llamar su atención, fascinado decidió que queria viajar y conocer aquellos lugares.

Harry no podía dejar su trabajo, pero no le negó absolutamente nada, estaba feliz, al ver la emoción en sus brillantes ojitos, que no se pudo negar y como tendría el jet privado y seguridad las 24 horas del día, no se preocupó, los primeros viajes los hizo acompañado de Ron, que había dejado de trabajar con los aurores y se había mudado a petición de Blaise, aunque el pelirrojo se lo negaba.

Al principio se había negado rotundamente y rechazaba cualquier regalo de Blaise, quien lo frecuentaba en el ministerio con númerosos detalles, pero las comodidades que le daba su amado lo hicieron cambiar de opinión, dejandose mimar por el mayor.

Su familia aún no lo sabia y evitaba hablar con ellos, alejándose, aunque probablemente su madre si lo sabía, porque Ginny los había encontrado en un momento indebido en las oficinas del ministerio, y tenía cientos de llamadas de esta, que rechazaba con pánico, esa fue una de las razones por la que decidió retirarse de los aurores.

Estar con Draco lo ayudó a evitar esos disgustos, le enseño muchas cosas al rubio, entre ellas el uso del celular, que sirvió de mucho, ya que Harry quería saber cada cosa que haría en todo momento, por más insignificante que fuera.

[...]

4 meses después de la concepción

Harry había mandado a construir en la parte trasera de la mansión una piscina, después de que el rubio vio una en la televisión y quedará fascinado.

-Eres un idiota Draco, exclamo Ron frustrado, presionando su sien con una mano.

-Ya te dije que no lo estoy, no me molestes, gruño el rubio.

-¿Ah sí?, ¿entonces porque Harry te está poniendo crema en el estómago?, pregunto señalando al moreno, quien terminaba de masajear al rubio.

-Es solo protector solar, respondió sin inmutarse ante la acusación, continuo leyendo los folletos de viajes en sus manos, eligiendo su próximo destinó.

Harry reía divertido al oir la conversación entre su amigo y su amado.

-Estamos debajo de unas sombrillas, ¿Porque te pondría protector solar?, no entiendo porque lo niegas tanto, ya hasta se nota, exclamó mirando el vientre levemente abultado del rubio.

-Seguro es inflamación, eh estado comiendo algunas cosas raras, se excuso

-Mierda Draco, a veces pienso que eres un idiota, exclamó tumbandose en el camastro.

-¿Quien quiere un poco de fruta?, pregunto Cissy saliendo por la puerta trasera de la casa, colocó una bandeja en la mesa a lado de ambos jóvenes

-Justo a tiempo, ya deseaba sandía, exclamo Draco levantándose para tomar los trocitos de sandía picado

Ron se levantó dándole una mirada en incredula, era obvio que ya hasta tenía antojos, ¿Cómo podía ser tan ciego?.

Draco lo miro, y de inmediato supo los pensamientos del pelirrojo, rodó los ojos fastidiado.

-No puedo estar embarazado, tengo muchos lugares que conocer, exclamó, metiéndose un pedazo de sandía en su boca.

Harry estaba más que emocionado por tener un hijo, si Draco no quería aceptarlo aún, esperaría pacientemente para hacerle saber lo orgulloso que estaba, mientras tanto investigo por todas partes como cuidarlo durante el embarazo, tanto entre los magos como entre los muggles, compro cremas, aceites, yerbas, todo para los cuidados de su lindo rubio.

Cazandote (Harco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora