-LXV- -Cuando los Angeles Cantan- (Final)

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La Doncella no sabía cómo reaccionar solo estaba estupefacta por la propuesta, no sabía que hacer, quería decir si Pero no podía hablar, se sentía muy emocionada porque al fin el se lo habia pedido. El Espadachín estaba un poco impaciente pero expectante de la respuesta.
Pronto la Doncella dejo su parálisis de emocion y lo miro a los ojos y sonrió:
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-Doncella-: Si... Acepto.

Pronto el Espadachín se lleno de emoción y alegría por la respuesta de su amada, sentía que ahora sí nada podría pasar para arruinar el momento. Sonrió también y la abrazo con fuerza, ella también lo abrazó con mucho cariño, estaba feliz en verdad muy feliz de que por fin pudieran estar juntos sin temer a que alguien pueda separarlos. La Doncella acercó sus labios a los del Espadachín culminando en un beso tierno, lleno de amor mientras el Espadachín la tomaba de la cintura y ella posaba sus brazos alrededor de su cuello, fundiendo el beso como un compromiso inquebrantable.

A la mañana siguiente, en el Castillo, el Pequeño príncipe salió a escondidas de su cuarto, para tomar un poco de aire fresco y recrearse en la mañana soleada de un día de verano, estaba feliz de poder disfrutar de una libertad clandestina, pero pronto fue sorprendido por su Guardiana quien lo reprendió y lo llevó de regreso al castillo:
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-Principito-: ¡No puedes llevarme de regreso al Castillo, no es justo solo quería un poco de aire fresco!

-Guardiana-: Le recuerdo que usted está a mi cuidado, heredero, por lo que tengo permitido reprenderlo y hacer que me obedezca, por lo menos hasta que usted cumpla la mayoría de edad.

-Principito-: ¿Pero por qué? ¡Tu no eres mi madre!

Esas palabras tuvieron un impacto profundo en lo interior del corazón de la Guardiana, tanto que su semblante serio y severo cambiaron a uno completamente melancólico y lleno de ansiedad, aunque logró contener sus emociones pero respondió algo que el joven príncipe no esperaba:

-Guardiana-: ¡Pero siempre he querido cuidarte como si fueras mi hijo!

Solo se podían ver sorpresa en los ojos del infante, nunca espero que su Guardiana le guardara un afecto similar al de una madre... Aunque era comprensible ya que el principito nunca conoció a su madre biologica:

-Principito-: ¿Qué... Fue lo que dijiste?

-Guardiana-: Pues ya lo escuchó... Después de todo su madre nunca estuvo a su lado.

-Principito-: Nunca pensé que mi guardaespaldas personal me tuviera tanto estima, además que no siquiera conocí a mi mamá.

-Guardiana-: Es un secreto que no le podré contar hasta que esté lo suficiente maduro como para tomarlo con calma, pero ahora solo puedo decir que lo quiso mucho.

-Principito-: Bueno, eso me hace sentir mejor, pero de todas maneras, eres como de mi familia, siempre me cuidas.

-Guardiana-: Es mi deber como su Guardiana Personal, heredero, debo acompañarle en todo momento.

El Principito ya sentí que la Guardiana era más honesta con el y podía sentir su tranquilidad en cierta forma, aunque aún así tenía dudas pequeñas, pero no les daba tanta importancia, mejor decidía comportarse y ser obediente, así por lo menos sería como un agradecimiento a la Guardiana por cuidarlo todos esos años.
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-Doncella-: Si, sería bueno si el Próximo Sábado se pudiera arreglar señor Monje.

-Monje-: Claro ese día será, por fin ustedes estarán unidos para siempre, me alegro mucho por los dos, ya podrán formar una familia, libremente.

-Espadachín-: Yo también estoy muy emocionado señor Monje, no podría estarlo más por otra cosa, después de tanto por fin podré estar al lado de la Mujer que Amo sin temor a que algo pase.

-Deja Que Te Lo Confiese- (Swordsman x Shield Maiden)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora