9.- Vínculo. (Maratón 2/4)

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Momentos antes:

Taehyun había estado durante demasiado tiempo observando detenidamente al doctor. Afortunadamente, el tipo no parecía ser muy conversador, lo cual al inicio agradeció. Era alto y de gran contextura corporal, de facciones atractivas realzadas por su piel clara. Su cabello oscuro se rizaba en diferentes direcciones, lo cual lejos de darle un aspecto desaliñado realzaba su encanto.

Luego de un tiempo, mientras era limpiado, se atrevió a hablar— ¿Cómo era? —preguntó desviando su mirada al techo, de donde colgaba un gran candelabro elegante.

Seokjin lo miró durante unos segundos, sorprendido de que Taehyun hubiese iniciado una conversación. Él había mantenido el cómodo silencio ya que pensaba que el príncipe así lo prefería, pero a quién quería engañar, él realmente era una persona que no podía mantenerse callado mucho tiempo. Mantuvo la conversación sin dejar de lado su tarea de limpiar el cuerpo del chico con un paño húmedo.

—¿A qué te refieres? —preguntó sereno, intentando mantener aquel aura profesional.

—A la vida que tenía y de la cual no recuerdo nada. —su voz sonaba apagada, Seokjin sintió un poco de pena por el príncipe— ¿No es eso aterrador? ¿Despertarte y haber olvidado a todos los que amas? La vida pierde sentido cuando no tienes con quien compartirla.

—Ciertamente lo es. —coincidió, más después de esa escueta respuesta, el silencio regresó. Taehyun pensó que el hombre ya no iba a contestar, pero luego de un rato retomó la palabra— Sin embargo, Su Alteza, aunque usted ahora mismo no lo sepa, hay muchas personas que están compartiendo su vida con usted. Su madre, su padre, Yeonjun, yo y un reino entero incluido. Aunque para usted su vida no tenga sentido, sus recuerdos aún viven en la memoria de todos los que lo aprecian. Viva por eso, al menos por ahora. Estoy seguro de que creará nuevos recuerdos. —detuvo sus movimientos conectando su mirada con el joven príncipe— Tenemos una sola vida, y la suya estuvo muy cerca de terminar. Gracias al joven héroe, tiene una nueva oportunidad, así que a partir de ahora, viva su vida como crea correcto. Tome sus decisiones, equivóquese, pierda y aprenda. Al final no se trata de ser perfectos, se trata de aprender de los errores y crecer.

Probablemente había cometido muchos errores en el pasado, lo sabía por la forma en la que sentía el desprecio de su propio lobo. Su otra mitad, aquel ser con el que debería complementarse, lo había rechazado. Eso dejaba una gran brecha que no sabía si iban a poder recomponer. Pero quería intentarlo, de verdad lo hacía.

Pero... hay momentos en los que no se puede confiar ni siquiera en uno mismo.

Fue rápido. Un dolor paralizante se esparció por su cuerpo como pólvora en la guerra, envolviéndolo en una sensación de quemazón insoportable. En la lejanía logró a escuchar un grito de agonía que sonaba inquietantemente como su voz.

Su lobo había encontrado un oportunidad en su momento de debilidad, la cual había utilizado para obtener el control nuevamente, y a pesar de que no quería ceder, no se sentía capaz de resistir mucho más.

En un intento desesperado por calmar la tormenta interna, se llevó las manos a la cabeza, presionando con todas sus fuerza, con la esperanza de que fuera suficiente para apaciguar el tormento.

Muy en el fondo, oyó a su lobo exigir por algo, o alguien. Sin embargo, el dolor persistía implacable, desafiando sus intentos de poder entender realmente qué quería.

—¡Taehyun, mírame! —gritó alguien abriéndose paso en medio de aquella bruma de sufrimiento—Abre los ojos, por favor. —lo intentó con todas sus fuerzas, pero el dolor era tal que su cuerpo se contraía involuntariamente. Frente a él, unos ojos verdes lo miraron bañados en preocupación— Eso es, mírame. Respira conmigo. —el aire llenó sus pulmones rápidamente, percatándose de que todo el tiempo había estado conteniendo la respiración.

Sons of the Moon - OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora