10.- Cercanía. (Maratón 3/4)

38 8 0
                                    

Después de cenar, darse un baño y renovar sus vendajes, Beomgyu se sintió más como una persona.

La cena, aunque ligera, había sido reconfortante. No podía recordar la última vez que había tenido la oportunidad de comer tantas veces el mismo día. Además, el baño caliente había ayudado a relajar sus músculos cansados y a limpiar las heridas.

Afortunadamente, Yeonjun había sido generoso al prestarle un par de atuendos que, según él, "estaban viejos y no iban más con su estilo", pero no podía evitar dudar de la veracidad de esa afirmación, ya que la ropa se veía extrañamente conservada y nueva.

La sensación de verse con atuendos tan sofisticados fue extraña, especialmente cuando estaba tan acostumbrado a sus pantalones y remeras de lana sin gracia. Sin embargo, viéndose en el espejo, concedía que la camisa azul marino de mangas anchas, y los pantalones negros de vestir con mocasines pulidos, le conferían un aire elegante que le sentaba realmente bien.

Su reflejo le recordó la imagen de aquellos nobles que residían en los Barrios Altos de Trelovia, lo cual le dio un alivio inesperado. Sabía que, al menos durante un tiempo, iba a formar parte del círculo real, por lo que poder pasar sin problema por uno de ellos, le resultaba reconfortante. No era alguien a quien le agradara particularmente destacar en la multitud.

A medida que la noche avanzaba y el cielo se oscurecía, el frío empezó a hacerse notar más intensamente. En los largos pasillos del castillo, la temperatura parecía descender aún más, como si las piedras mismas absorbieran el calor y lo retuvieran.

Según lo que había entendido luego de que Yeonjun lo relevara en su cuidado de Taehyun, el mago ya había puesto al día a la reina sobre el estado del príncipe, quién dispuesta a darles la mayor comodidad, había preparado una gran recamara para ambos.

Afortunadamente, Yeonjun le había dado un pequeño plano del castillo hecho a mano para orientarse en el complejo laberinto de pasillos y habitaciones que le dio cierta seguridad. Ya que si bien presumía de tener una habilidad natural para reconocer los lugares y caminos que visitaba, el enorme castillo todavía era terreno desconocido para él.

Después de caminar por un rato, llegó al lugar.Allí, frente a la puerta que daba a la habitación se encontraban unos grandes ventanales rodeados de vidrio coloreado. Era fascinante ver cómo la luz de la luna jugaba con los tonos vibrantes del vidrio. El efecto era tan hipnotizante que Beomgyu no pudo evitar detenerse un momento para admirar el espectáculo, lo cual le permitió una apreciación más amplia del paisaje que se extendía más allá de los ventanales.

Desde los pequeños jardines reales hasta los alrededores del castillo, y la majestuosa muralla exterior que protegía al pueblo, todo parecía irreal. En la tranquilidad nocturna, encontró una sensación de protección en los alrededores que despertó su curiosidad. El reflejo verde brillante de sus ojos en el vidrio lo desconcentró por un momento, sin embargo, cuando vio más allá quedó casi boquiabierto.

Miles de luces danzaban tranquilamente sobre cada rincón del reino, dándole un aspecto totalmente mágico. Las cuales parecieron ser conscientes de su mirada sobre ellas, pues se detuvieron por un instante brillando incluso con más intensidad, casi como si demostraran respeto en una reverencia, lo cual fue desconcertante. Poco después, continuaron sus vagos recorridos. Reconoció en ellas la energía del bosque, protegiendo las tierras de quien consideraban su Alfa, recordando momentáneamente lo importante que era Taehyun. No solo para su familia y su reino, sino para la misma naturaleza.

El paisaje le transmitió una sensación de calma y seguridad, como si, de alguna manera, estuviese en el lugar correcto y perteneciera allí. Se sintió aliviado de ser aceptado por los espíritus y la energía del bosque.

Sons of the Moon - OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora