Con el pasar de los días la vida en el castillo fue encontrando un ritmo más estable. Aquella atmósfera lúgubre producto de la preocupación sobre la salud del príncipe, que había perdurado por meses, poco a poco se iba disipando.
Ahora, todos coincidían en que las energías del castillo estaban siendo renovadas, no solo por la progresiva mejora en la salud de Taehyun, sino también por la presencia de cierto castaño alborotador, quien si no estaba con el príncipe, solía perderse en los pasillos y salones del castillo encantando a todos con su chispeante y simpática personalidad.
El propio Beomgyu aún estaba sorprendido por la rapidez con la que se había adaptado a su nueva realidad. Sentirse a gusto y con las defensas bajas no era propio de él, era algo que la vida le había enseñado por las malas. Desde la muerte de sus padres, prácticamente había dormido con un ojo abierto cuidando sus espaldas de cualquiera que pudiera representar una amenaza. Pero allí, en aquella gran habitación que compartía con Taehyun, no solo podía mostrarse vulnerable, sino que también podía bajar todas sus defensas. El lugar se había convertido en su refugio, su lugar seguro.
La idea de no tener que preocuparse por nada si estaba junto al Alfa, le aterraba y le gustaba en partes iguales. No sabía si era él mismo, su vínculo, o la propia aura dominante de Alfa Puro que tenía Taehyun, pero a su lado, tenía la certeza de que nada malo le iba a suceder.
Taehyun, por su parte, no podía esperar más aburrido de estar en aquella cama sin poder moverse. Estaba frustrado, no era una persona que pudiera estar quieta mucho tiempo, por lo que la sensación de querer sacudirse toda la energía almacenada en ejercicio y entrenamiento lo tenía quisquilloso. El reposo absoluto no era lo suyo, eso lo tenía claro.
Durante los días anteriores, sin embargo, había agradecido tener al pequeño castaño haciéndole compañía. Aquella personalidad naturalmente divertida, conseguía hacer que incluso las situaciones más insólitas resultaran cómicas. Podía jurar, incluso sin recordar su pasado, que se había reído más en aquellos días que en toda su vida. Y lo apreciaba, porque sin él, hubiese perdido la compostura hace mucho tiempo. Sobre todo por las noches, donde su lobo parecía decidido en no dejarlos dormir.
Aquella mañana, como se había hecho costumbre, Beomgyu se despertó sintiendo su cuerpo pesado y sin energía, resultado de otra agitada noche controlando al lobo de Taehyun. El hecho de no poder dormir correctamente le estaba pasando factura, lo sabía, sus heridas aún no habían sanado y su energía se reponía a un ritmo lento.
Al salir de su prisión de mantas, el frío del ambiente le erizó la piel, por lo que rápidamente corrió a cambiarse por un atuendo más apropiado. Una camisa azul marino de mangas abullonadas, pantalones de tiro alto y unas botas de cuero con interior de lana.
Ya presentable y en medio de aquella gran habitación, se dedicó a prender la chimenea y juntar un poco el desorden del día anterior. Tenía un momento antes de tener que bajar a por el desayuno, por lo que finalizadas sus tareas, se sentó en la orilla de la cama donde Taehyun descansaba plácidamente. Sin poder evitarlo, estiró su brazo y con la yema de sus dedos acarició suavemente las pestañas contrarias, admirando la belleza masculina.
La necesidad de contacto físico era abrumadora por momentos, y aunque sabía que Taehyun no tenía noción de su lazo temporal, había notado que le sucedía lo mismo. Sus cuerpos parecían atraerse como imanes, necesitados de cariño, amor y contacto; por lo que secretamente aprovechaba momentos como aquel para mostrarse dócil y cariñoso, y así calmar a su omega interior.
Silenciosamente deseoso de que cuando el Alfa abriese los ojos, por fin pudiera ver aquel grisáceo encantador.
La constante inquietud del lobo del príncipe sumado a la persistencia de sus ojos burdeos, lo mantenía preocupado. Sobre todo porque sentía que habían quedado estancados en el primer día, lo cual era bastante frustrante, porque a ese ritmo, Beomgyu probablemente tendría que quedarse indefinidamente en el castillo.
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Sons of the Moon - Omegaverse
FanficDespués de fingir toda su vida ser algo que no es, Choi Beomgyu encuentra un alivio a su agitada vida en una manada al norte. Pero no duró mucho, y antes de poder acostumbrarse a la calma, su secreto es descubierto y se ve empujado a huir lejos. Ka...