—¿Qué cojones le has dicho para que se vaya corriendo?—me pregunta Adri alterado.
—Joder, solo le he dicho que no quería nada con ella.—contesté y me froté la cara nervioso.
—Plex si todos sabemos que te mueres por estar con ella, ¿por que le has dicho que no quieres nada?
—Me da miedo tío, no quiero volver a enamorarme y que me dejen tirado otra vez.—confesé finalmente. Me senté en la cama y a la habitación entraron Borja y Jopa.
—¿Y Ari?—preguntó Borja.
—Se acaba de pirar, el gilipollas este le ha dicho que no quiere nada cuando sabe que es mentira.—soltó Adri.
—Joder.—suspiré.
—Plex si no quieres nada serio aun solo pídele tiempo y poco a poco las cosas irán cambiando, incluso confiaras lo suficiente como para tener una relación.—me aconsejó Borja, que se había sentado al lado mía.
—Estas a tiempo de bajar y explicárselo todo, si no se ha pillado un taxi y se ha ido por ahí...—deja caer Adri.
—Me jode decir esto pero, tenéis razón.—me levanté y salí habitación casi corriendo.
Bajé las escaleras de dos en dos, para ir más rápido y en cuanto llegué a la recepción del hotel vi a Ari y al lado a un chico que me sonaba bastante, me quedé parado observando la situación hasta que se besaron, y todo se derrumbó.
Ni me lo pensé, salí del hotel sin que nadie se diera cuenta y esperé al taxi, Adri y los demás bajaron y al ver mi cara se sorprendieron.
—¿Qué ha pasado?—preguntó Borja.
—Se acaba de besar con un tío en mi puta cara, esto es increíble.—dije riéndome con ironía.
Adri empezó a hablar rápido y a pelearse con los demás pero mi cabeza solo daba vueltas al beso de Ari con ese tío.
El taxi llegó, Jopa y Borja subieron pero Adri se puso ha hablar por teléfono y nos exigió que esperáramos a Ari, que estaba de camino, la verdad no tenía ni ganas de verla, pero claro, nos quedaban más de sesenta días de viaje y muchos destinos, así que me tocaba aguantarme.
[...]
Había una tensión que se podía cortar con un cuchillo, estuve todo el día callado y solo abría la boca para grabar o para hablar con los chicos, pero con Ari no intercambié ninguna palabra, y así estaba mucho mejor, por que si me hubiese hablado le hubiera soltado de todo, pero me contuve.
Estuvimos en la muralla china, era increíble la verdad me lo pasé muy bien, aparentando a la cámara estar bien con una simple sonrisa que no era real, pero mientras grababa me distraía, así que en todo el día no solté la cámara.
Total, que se nos hizo de noche y al llegar al hotel decidimos salir un rato por no quedarnos en la habitación tan temprano.
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