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MADRID | ARI

Me despierto con la respiración agitada, notando el sudor bajando por mi espalda. Había tenido una pesadilla, otra vez, pero siempre era lo mismo, en la pelea, Rivers me pegaba golpes hasta que en uno de ellos, mi casco se rompe, ella vuelve a golpearme y ahí me despierto, siempre igual. Llevo un mes despertándome en la madrugada con el mismo sueño todos los días, esto ya empezaba a ser pesado.

Eran ya las 8 de la mañana cuando me levanté de la cama, ese día tenía que ir a entrenar, y después de casi 7 meses de entrenamiento 6 días a la semana, llegaba el último.

Para poneros un poco en contexto, hace 8 meses Ibai publicó un post anunciando que harían un sorteo para que alguien que no era streamer ni youtuber pudiese pelear en la velada, decidí participar en el sorteo y gané. Desde entonces me han reconocido bastante y he subido de seguidores, lo normal cuando ganas un sorteo de Ibai, ¿no?

Total, desayuné y para las 9 estaba llegando al gimnasio donde había hecho toda mi preparación para la velada, que tendría lugar el día 1 de julio, y sí, era mañana y aunque llevase 7 meses recibiendo puñetazos, realmente me daba miedo enfrentarme a Rivers.

Comencé estirando y después le pegué un rato al saco, practicando los golpes que debía de utilizar. A las dos horas o así estuve peleando con Adriana, mi entrenadora personal, me ayudó a corregir algunos errores que podía cometer en la pelea y me indicó algunas maneras de esquivar los golpes de la contrincante.

Sobre las una terminé el último entrenamiento y me despedí de todo mi equipo, me había ayudado mínimo, medio gimnasio sin duda. Prometí que algún que otro día volvería a seguir practicando y salí del establecimiento contenta con todo lo que había conseguido hasta hoy. Mi yo de hace 9 meses ni se lo creería.

Subí al coche, empecé a conducir hacia mi apartamento y de un momento a otro un coche que me iba ha adelantar me rozó, con suerte fue en una calle dónde no pasaban muchos coches y aproveché para bajarme y decirle cuatro cosas al tío que casi me provoca un accidente.

—¿Eres gilipollas o qué? Podrías haber hecho que tuviera un accidente.— suelto de golpe cuando me bajo del coche. Suspiro mientras el conductor se baja lentamente.

—Joder, lo siento, no había visto que estaba tan cerca.— se acercó decidido.— ¿Estás bien?

—Eh, sisí, pero ten mas cuidado por dios.— dije entre dientes. Me giré y volví a entrar en el coche.

No sé pero esa situación era extraña.

Llegué a casa sobre las 2, me hice una ensalada y después me tumbé en el sofá toda la tarde, estuve viendo Outer Banks y a las nueve o así me llamó mi madre.

—¡Ariana!— me grita desde el móvil.

—¡Mamá!, no grites, que me dejas sorda.— le contesto con una mueca, aun que no pueda verme.

—No me contestas ni al WhatsApp, esto ya es otro rollo, me dijiste que me contestarías siempre, ya sabes que no me gusta que estés tan lejos.— comienza a decir mi madre.— Mañana vamos para allá, sobre las 12 o así estaremos allí.

—Mamá, sé cuidarme sola, y para tu información no te he contestado por que estaba entrenando.— miento, aun que no del todo.

—Bueno, no importa, tu hermano esta ansioso por la pelea.— comenta.

Y así me tiré 2 horas hablando con mi madre y después de insistirle 20 veces en que me iba a dormir, le colgué, mi madre se enrollaba hasta el punto de que no deja de hablar hasta que no le cortas.

yellow hearts ❦ ; yosoyplexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora