TODO ÉSTO ES TU CULPA

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Bueno volví después de un tiempo. Para ser sincera ya tenía este capítulo listo hace casi un mes, solo me faltaba terminar de revisarlo bien antes de publicarlo. Pero al final estoy agradecida de haber tardado tanto, porque de repente tuve una ola de inspiración y agregué muchas más cosas a esta parte, así que ahora el capítulo tiene el doble de palabras que solía tener.

Van a poder notar ligeros cambios con respecto a la trama original, y esto es sobre todo porque también estoy trabajando en el próximo capítulo que va a tener otros cambios más importantes para la historia y necesitaba que algunas cosas concuerden.

Así que estaré atenta a sus comentarios para ver qué opinan de esto, espero que les guste el capítulo!

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El sol empezaba a esconderse en el horizonte, la respiración de Izuku era frenética mientras corría con todas sus fuerzas a través de los pasillos rojizos. Las incesantes pisadas del cenizo retumbaban en el suelo de manera violenta, cosa que no hacía más que incrementar la ansiedad del pobre pecoso.

-¡DEKU!- podía sentirlo cada vez más  cerca -¡MALDITO DEKU VEN AQUÍ!- Sus esperanzas de escapar se marchitaban a medida que el ardor de sus piernas seguía ralentizandolo ¿Por qué no había nadie para ayudarlo? Escuchar esos pasos volverse más y más ruidosos hacía dolorosamente tangible el hecho de que sería alcanzado en cualquier momento… -¡TE TENGO!-

Izuku saltó de su cama gritando aterrorizado y con un sudor frío en todo el cuerpo, pudo notar su corazón latiendo con fuerza, mientras se tocaba el pecho en un intento de regular su respiración -fue solo un sueño- susurraba repetidamente para sí mismo, a modo de consuelo.

Necesitaba tranquilizarse, después de todo finalmente había decidido que hoy regresaría a la escuela, y no podía dejar que una pesadilla derrumbara todo el coraje que le había costado tanto reunir para eso.

Había estado ausente por tres días ya, su madre ni siquiera estaba enterada gracias a qué siempre se encontraba trabajando en los horarios donde se suponía que Izuku fuera y regresara de la escuela. Por primera vez se sintió agradecido de que su madre estuviera demasiado ocupada como para notarlo, porque se consideraba incapaz de interactuar con ella, de repente entablar una conversación casual, incluso si fuera con su propia madre parecía estar al nivel de  escalar hasta la cima de la montaña más alta.

Pero tarde o temprano la escuela terminaría por llamar a su madre pidiendo una explicación de sus inasistencias, y lo último que Izuku quería era hacer que su preciada madre se preocupara aún más, ella era todo lo que le quedaba en el mundo.

Otra razón para volver a la escuela eran sus estudios, Izuku se tomaba muy en serio sus calificaciones. Sin ningún compañero que se tomara el tiempo de traerle notas de la clase, para que fuera posible seguir estudiando desde casa, se estaba quedando cada vez más atrás con respecto al resto de estudiantes. Así que no le quedaba más opción que regresar por poco preparado que se sintiera.

Los últimos días habían sido… difíciles, por decir menos, el solo hecho de existir en su cuerpo lo agobiaba. Llegó a perder la cuenta de todas las veces que había estado bajo la ducha con agua hirviente quemando su piel, cada vez con menos esperanzas de lograr conseguir ese sentimiento tan ansiado de pureza.

Aparte de bañarse no había hecho mucho más, no sentía motivación alguna para hacer las cosas que más amaba, como trabajar en su análisis, o publicar en foros sobre sus héroes favoritos. Se la había pasado mayormente acostado en su cama lamentándose bajo gruesas mantas, a duras penas había comido algo.

Pero definitivamente la peor tortura vino por parte de su propia mente, no podía parar de sentirlas... manos invisibles en todas partes t0cand0, agarrando, g0lpeand0, sujetando, apretando. Acompañadas por crueles voces que le recordaban lo asqueroso que era, lo roto que estaba, como nadie nunca sería capaz de amarlo.

¿A Dónde Vamos Kacchan? [reescribiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora