— Prefiero quedarme soltera a salir con alguien como tu —murmura molesta
— Eso lo dices ahora, porque aun no me conoces bien... —susurre en su oído— Ahora te das la vuelta, te sientas en la silla, te quedas en silencio y me escuchas. —ordene
De mala manera se suelta, hace lo que le pido y yo vuelvo a mi lugar, me senté en mi Silla y la mire fijamente.
— Bien, no entraré en detalles contigo, porque es algo que no debe de interesarte. Y cuando menos información tengas, mucho mejor. —cruzó mis manos— Debo hacer un trato importante, algo... Que me dará más poder —sonrei— Solo necesito que tomes el papel de esposa, supongo que eso sí puedes hacer bien. —la mire
— ¿Y que recibo a cambio? —levanta una ceja — No haré algo sin recibir algo a cambio.
— Tendras tu libertad. —dije directamente— Como te dije, tu ganas, yo gano. Fácil.
— ¿Quien me jura que harás eso en realidad?, no eres de fiar.
— Te tocará confiar, si no aceptas. Vuelves a tu habitación y ahí te quedas. —la miro a los ojos— Eso está en tu desicion, supongo que sabes lo que te conviene en la situación en la que te encuentras. ¿Oh me equivoco? —sonreí de lado
— Bien, lo haré. —acepta finalmente— Pero quiero que hagas un contrato, con lo que si permitiré y con lo que no. —me mira
— ¿Quien te crees que eres para pedirme cosas a mi? —levante una ceja
— Tu esposa. Debes de mantener contenta a tu Esposa, ¿no es así? —sonríe
Efectivamente me encanta cuando me responde con mis mismas palabras.
— Bien. —acepte— Ve a tu habitación, cuando venga mi abogado charlaremos las cosas. —me levante— Porque puede que no tenga pinta de un hombre bueno, pero aun así tengo palabra y lo que prometo lo cumplo. —fue lo último que dije y salí de mi despacho.
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Guarde el celular en el bolsillo de mi cacheta, agarre un regalo que tenia en mi coche, salí y entre a mi casa.
— Kook, kook —escuche como pasitos pequeños se acercaban a mi
— Hola pequeñín —sonreí y me agache a su altura— Te traje lo que te prometi, ¿recuerdas lo que me pediste hace unos días?
— Sii, un tutu —aplaude feliz— un tutu como el tuyo
— Exactamente —sonreí y le di el auto de juguete a control remoto que me había pedido— Si te sigues portando bien Mark, tendrás más regalos y podremos salir algún lugar. ¿Esta bien? —acarició su melena
— Si, gracias kook —corre hacia a mi y me abraza
— Ve al pateo, yo ahora iré y jugaremos un rato ¿esta bien? —asiente y sale corriendo para el pateó de la casa— ¿Esta comiendo bien Dafne? —miro ala chica que contrate para que cuidara del niño
— si jefe
— Perfecto, quiero que lo mantengas bien, y si le falta algo me llamas. —la miro seriamente— Y que no se te ocurra hacer algo, porque te las veras conmigo. ¿Quedo claro? Recuerda algo, yo me entero de todo. —fue lo último que dije y salí al pateó para jugar con el pequeño mark
