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— Bien, ya estoy listo. —dije bajando las escaleras con un elegante traje negro

— Jefe, aquí esta su equipamiento. —dice estiben

Asentí con la cabeza, agarre un arma con silenciador y la puse en mi cintura de la parte de mi espalda, otra chiquita en la bota de mi pie izquierdo, y alguna qué otra cuchilla escondida. Nunca se sabía que podía pasar en fiestas así. Y más tratándose de Kim.

Al terminar de equipar me y esconder todo bien, puedo escuchar como unos tacones hacían ruido al bajar las escaleras, era Sol. Al darme vuelta y verla, me quede paralizado mirándola, estaba preciosa. Ese vestido le lucia perfectamente, el maquillaje era sutil pero daba una mirada dominante y desafiante a la vez, haciendo lucir sus hermosos ojos café.

— ¿Como me veo?  —dice al terminar de bajar las escaleras.

— ¿La verdad?, como una verdadera mujer de un mafioso. —sonrei— Estas preciosa —la tomo de la mano y hago que de una vuelta

— Gracias kook —sonrie— Te vez muy guapo también, el negro si que va contigo.

— Lo se —le guiño el ojo y sonrei— Esto es tuyo —dije dándole dos anillos dorados— Este debería ser del compromiso, y este de casados.

— Son muy bonitos jungkook, ¿es oro de verdad? —pregunta mirando los anillos con asombro

— Si

— Wow —dice y se los pone.

— ¿Lista? —la mire

— Más que lista —sonríe

(..)

— Recuerda Sol, trata de ser neutra, cortante y sobre todo si tienes miedo o te desagrada algo, no lo hagas notar. —la miro— ¿de acuerdo?

— Si —asentí

— Bien —suspire y decidí bajar del coche, para luego abrirle la puerta a Sol y ayudarla a salir.

Al llegar a la entrada habían dos hombres pidiendo que mostremos la invitación, le mostré y nos dejo ingresar al bar. Al entrar el humo nos abombo, la música sonaba no tan fuerte, normal en estas fiestas se aprovechaba para cerrar tratos pendientes. Había mujeres desnudas o con poca ropa por doquier, sentí como la mano de Sol me apretaba la mía. Para tranquilizarla acarie su mano con mi pulgar.

— Jeon, este lugar no me gusta —murmura Sol

— Te dije que podías quedarte —la miro— En estés lugares puede pasar cualquier cosa, pero aun así te cuidare. ¿Esta bien?

— De acuerdo, confío en ti —me sonríe

— Ven, vamos por algo de tomar —fuimos hasta la barra— Un whisky doble y un vaso de agua —le indique al chico que se encargaba de los tragos, me dio el whisky y el agua.— Ten —le doy el agua

— ¿Siempre vienes a estos lugares? —pregunta Sol

— Cuando es importante, si

— ¿Que hacen aquí?

— Cierran tratos, otros vienen a pasar el rato, otros a beber, y a veces a cobrar cosas que le deben. —dije bebiendo de mi vaso— Si sabes a lo que me refiero ¿No?

— ¿Cuantas personas mataste? —pregunta directamente

— ¿Segura que quieres oír la verdad? —la mire a lo que ella asiente con la cabeza— Pará serte sincero perdí la cuenta ya, como te dije, solo me dedico a esto desde que tengo memoria.

— ¿No tienes un sueño? —me mira— Algo más haya que esto

— Me gustaría ser cantante —dije— Pero por cosas de la vida, no se pudo llevar a cabo.

Tu Papá Te Vendio A Un MafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora