Capítulo 24: Preparativos para una confesión

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(Últimos capítulos)

Una castaña miraba sorprendida a un apuesto joven de cabello desordenado, luego de que este le aclarara que él no tenía nada con Aiko, ni con nadie por el momento.

Entonces, ¿Todos esos romances...?, decía la castaña, guardando silencio tras algunos segundos.

Fueron falsos, con ninguna de esas modelos tuve nada,...., respondía Tsubasa, pero fue interferido por la castaña.

Pero yo vi reportajes en donde tú te besabas con alguna de ellas, contesto la castaña, haciendo una pausa para añadir: ¡Disculpa! es que...

No te disculpes, solo estás diciendo lo que viste, en reportajes, como lo acabas de decir, y no te pienso negar esos besos, porque existieron ya que fueron parte del contrato que firme con alguna de ellas, eso sí, ellas eran las que me besaban no yo...., decía el joven de cabello desordenado.

No tienes que darme explicaciones, expreso un tanto nerviosa la castaña.

Claro que tengo que dártelas, eres mi amiga, y te quiero mucho, por lo mismo, no puedo permitir que te formes una idea equivocada de mí, contesto el joven de cabello desordenado con calma.

Ya debo ir a casa, pronunció Sanae.

Bien te llevo, dijo con calidez Tsubasa, mientras la castaña asentía.

El joven de cabello desordenado llevo a la castaña a su casa, durante el trayecto Sanae prefirió hablar de temas relacionados a su negocio que de la supuesta vida amorosa de su amigo, y este decidió seguirle el tema, pues lo que menos quería era que su tímida amiga se vaya a sentir incomoda, sin ese momento se le ocurría mostrar su interés por ella.

¡Gracias! expreso la castaña, tras bajar del auto de su amigo.

Tsubasa solo sonrió, luego de ello, la castaña empezó a caminar en dirección a su casa, mientras su amigo la observaba desde su auto. Una vez que la joven entro a su domicilio, el joven de cabello desordenado emprendió camino.

Casa Nakazawa:

¿Cuenta hermana?, ¿Qué te traes con Tsubasa?, decía emocionado Atsushi.

¿Qué?, expreso sonrojada la castaña.

Hijo, no seas impertinente, tu hermana nos contara lo que quiera contarnos cuando ella lo desee, pronunció la señora Nakazawa con una sonrisa en su rostro.

Voy a mi habitación, ya comí algo en el local, no cenare, dijo Sanae, continuando su camino.

No la incomoden, la niña es un tanto vergonzosa en temas de amor, expreso el señor Nakazawa, mientras tomaba asiento.

Habitación de Sanae:

No es su novia, no es su novia, decía la castaña, con ojitos iluminados de alegría, mientras tomaba una almohada de su cama y la abrazaba, al tiempo que en su rostro se formaba una amplia sonrisa.

En un auto:

Tsubasa mientras conducía iba platicando con su asistente por su celular que lo tenía en alta voz.

Ya la retiraste, decía el joven en tono sorprendido.

Por supuesto, yo soy muy eficiente, escucho.

No siempre Yuki, pero en fin, no pienso entrar en discusiones contigo, respondió tratando de no reír Tsubasa.

Como eres, escucho.

Solo es una broma, sé que eres un gran apoyo para mí, por lo mismo, te tengo otro trabajito, añadió el joven de cabello desordenado.

¿INALCANZABLE?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora