Capítulo 29: Un amor que se cristaliza

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(Último capítulo)

Una castaña se encontraba sentada en una gradería junto a la familia de su novio aplaudiendo tras el gol anotado por este, gol, que coronaba campeón al joven de cabello alborotado y su equipo.

Es maravilloso, decía emocionada Sanae, mientras se secaba las lágrimas que habían salido de sus ojos y humedecido sus mejillas.

¡Sí, mi hermano es el mejor! expresaba Daichi, dando un salto y elevando una mano, mientras sus padres lo miraron y sonrieron.

Sí, es el mejor, pronunció la castaña, con voz quebrada.

Pero no llores linda, dijo Natsuko abrazándola.

Son lágrimas de felicidad, contesto Sanae.

Mientras ello acontecía en las graderías, en el terreno de juego un joven, tras el festejo con su equipo posaba su mirada en las graderías.

Allí están, pensó el joven, al tiempo que empezó a caminar hacia un lado determinado del estadio.

¿A dónde vas Tsubasa?, expreso uno de sus compañeros, pero el joven de cabello alborotado, estaba tan feliz de ver a su familia y a su amada en el estadio, que no lo escucho y continuó su camino.

De seguro va al lado donde está su amada, pronunció otro de los compañeros de equipo del joven de cabello desordenado.

Claro Tsubasa nos comentó que su familia y su novia estarían en el estadio, respondió el primer joven que había visto alejarse al nombrado.

Así es..., contesto el otro joven, mientras veía al joven de cabello alborotado detener sus pasos y volver hacer aquel corazón con sus dedos que había llamado la atención de los periodistas y que esa vez volvió a llamar su atención de estos.

Enfoca a las gradas, allí debe estar la novia de Tsubasa, decían los periodistas mientras trataban de ubicar con sus cámaras a la novia del joven de cabello desordenado.

Deber ser ella.

Es muy bonita.

Sí, es cierto.

De razón lo conquisto.

Tras la premiación vamos con ella.

Sí.

Eran alguno de los comentarios que se escucharon en el lugar.

Minutos después:

La premiación se llevó a cabo, Tsubasa además de haber sido premiado junto a su equipo recibió un premio individual, como el mejor futbolista del torneo.

¡Somos campeones! expresaba el joven de cabello desordenado junto a sus compañeros, mientras elevaban la copa.

Tras dar la vuelta olímpica con sus compañeros Tsubasa se vio rodeado por periodistas no solo nacionales sino también internacionales, que tras felicitarlo le hacían algunas preguntas.

Este nuevo título se lo dedico a mi familia y a mi novia, expresaba el joven de cabello desordenado, con una amplia sonrisa en su rostro.

Pude notar que hoy volviste hacer aquel símbolo de corazón con tus dedos, pero no lo mostraste a las cámaras sino a las graderías, ¿Acaso tu novia vino a ver esta final?, decía un periodista.

Así es, ella, mis padres y mi hermano menor están aquí, respondió Tsubasa, mientras observaba a sus compañeros de equipo dirigirse ya a su camerino. ¡Disculpen ya debo retirarme! agrego, antes de echar a correr tras sus amigos.

¡Vamos con la novia y su familia! dijeron los periodistas, echando a correr a las graderías para ubicarlos.

Luego de varios minutos, los periodistas miraban a cuatro personas que bajaban de las graderías.

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