Capitulo 5

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Aún era temprano pero la cafetería Fat Gum ya tenía sus puertas abiertas, sabía que comprar un local cerca del hospital era buena idea, ¡Sus ventas estaban por los cielos!, estaba bastante agradecido por lo bien que estaba prosperando su negocio y podía decir que todo se lo debía al bonito Omega que había llamado su atención, al principio había empezado a abrir la cafetería más temprano para poder verlo más pero al final terminó siendo beneficioso para el.

Sasaki entro a la cafetería a la misma hora de siempre, tan puntual y preciso como solo ese Omega podía hacerlo, rápidamente Taishiro dejo lo que estaba haciendo para ir a atender personalmente al peliverde, normalmente los otros clientes tenían que hacer fila y esperar a que tomarán su orden pero con Nighteye esa regla no aplicaba, pues el alfa siempre ser acercaba a el antes de que el mayor lo hiciera.

-¿Será lo mismo de siempre, Sir?- Preguntó con un tono suave y melodioso el rubio, sabía que sería la misma respuesta de siempre pero el jamás se rendiría, al menos no tan fácil.

-Uhm... Quizás en esta ocasión me animé a probar el postre que siempre me recomiendas, Taishiro- Decir que el alfa no estaba sorprendido era mentir, Sasaki jamás había aceptado sus ofertas ni aún cuando le decía que la casa lo invitaba, a duras penas le aceptaba tener una pequeña plática así que su emoción no se hizo esperar.

-¡En seguida!- Rápidamente fue detrás del mostrador para prepararle su café y dicho postre que siempre le recomendaba probar porque, según el mismo, era la especialidad de la casa, así que ahora que el Omega había aceptado probarlo todo debía ser perfecto.

Regreso al poco tiempo con el café y el postre, podía darse el lujo de atender personalmente a Nighteye pues gracias a qué el mencionado llegaba ni bien abría la cafetería no había clientes que atender y básicamente tenían la cafetería para ellos solos.

-¿Está vez no vas a traer tu café como siempre?- Taishiro solía traer su café cada vez que atendía al peliverde, de esa manera tenía una excusa para poder acercarse a el y hacerle compañía. Los ojos del alfa rápidamente tomaron un brillo especial, para él que el Omega le preguntara eso era una invitación para que lo acompañará, así que rápidamente asintió y salió corriendo por su café, cosa que hizo reír por lo bajo a Sasaki.

Nighteye no lo había invitado a acompañarlo solo porque si, había notado al alfa un tanto diferente cuando entro, lo miraba con más atención de lo normal y en sus ojos habían rastros de duda, como si quisiera preguntarle algo, así que quería asegurarse que Tamaki no le hubiera dicho nada de lo que habían hablado con él a Taishiro, sería una pena si tuviera que alejarse de el también.

El rubio regreso al poco tiempo con su café y un postre para el, esperaba en sus adentros que pudieran platicar un poco más, aún tenia curiosidad sobre lo que Tamaki le había contado, sabía que no mentiría con algo como eso así que por más que quisiera atacar al peliverde con todas sus preguntas sabía que no era lo apropiado.

-¿Hay algo que me quieras preguntar?- Nighteye lo miro con una ceja alzada, normalmente cuando el más alto se acercaba comenzaba a parlotear sobre cualquier cosa, Sasaki realmente se preguntaba cómo es que siempre parecía sacar un tema de conversación diferente, pero está vez había tomado asiento y se había quedado en silencio, solamente observándolo.

-¡Ah!... Lo siento- Taishiro se encogió un poco en su sitio, ¿Tan obvio había sido?, en realidad había muchas cosas que le gustaría preguntarle pero hoy en particular había una que resonaba más en su cabeza que las demás, ¿Ahora que el Omega le había preguntado tenía derecho a preguntar? Suponía que si, pues la insistente mirada de su acompañante parecía exigirle que lo hiciera.

-Bueno... Ayer hablé con Tamaki...- se quedó en silencio pensando en como formular su pregunta, ante ese silencio Sasaki comenzó a ponerse tenso, ¿De verdad el otro Omega había sido tan tonto como para contarle a Taishiro sobre su amenaza?, es decir, no había incluído a Taishiro como una persona a la cual no debería de contarle, pero pensaba que era obvio y más siendo que era con el con quién lo había amenazado.

Mi compañero de habitación (miritama)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora