Mi compañero de habitación (miritama)

Capitulo 10

Tamaki estaba confundido, Mirio lo había estado evitando desde ese día que llegó en mal estado a su hogar, al principio pensó que era porque necesitaba espacio, pero después de una semana empezó a sospechar que esa distancia no era normal.

¿De nuevo estaba enojado con el?, aunque no recordaba haber hecho algo malo, la situación le daba muchas vueltas en la cabeza. Desde aquel día el alfa salía de casa más temprano y llegaba más tarde de lo habitual, además de que rara vez comía, ¡Incluso le había dado días libres a Uraraka!, claro que no había mucho que hacer si el no estaba.

Soltó un pequeño suspiro a la par que revolvía su café, quería saber que era lo que pasaba pero tampoco se animaba a preguntar, no quería que el rubio se enojara con el si es que no lo estaba aún. Taishiro llevaba un buen rato observando a Tamaki, podía notar lo pensativo que estaba y lo mucho que jugaba con su comida, así que dejo a sus otros empleados trabajando mientras el iba a ver que era lo que tenía Tamaki.

—¡Pulga! ¿Que es lo que tienes? ¿Te sientes mal?— Taishiro revolvió su cabello con suavidad, no podía evitar preocuparse por el Omega, sabía que Tamaki podía deprimirse un poco por cualquier cosa, pues solía sobrepensar de más, así que esperaba que, como ya era costumbre, el Omega pudiera compartirle lo que le inquietaba.

—Creo que Mirio está molesto conmigo....— Ante la mención del otro rubio Taishiro solo rodó los ojos y se sentó al lado de Tamaki.

—¿Por qué crees eso?— Preguntó con voz suave, aunque le molestará ver a Tamaki tan triste por Mirio no podía demostrarlo, sabía que si Tamaki lo veia molesto entonces ya no iba a contarle lo que pasó, así funcionaban las cosas.

—Es solo que... Bueno, hace una semana cuando llegó se veía muy.... Uhmm... Decaído, el me dijo que no era nada pero desde entonces me ha estado evitando, ¿Crees que este enojado conmigo?— El mayor suspiro a la par que negaba con la cabeza, quizás el otro chico solo tenía demasiados problemas, y por lo que le contaba Tamaki el otro alfa no había demostrado estar molesto con el.

—No creo que sea eso, quizás su problema es más grande de lo que crees, ¡Además no tiene motivos para estar enojado contigo!— Tamaki rió un poco, entendía lo que Taishiro le decía, debía dejar de pensar.

—Además, si tanto te preocupa, ¿Por qué no solo le preguntas?— El menor pareció pensarlo por un momento, era demasiado tímido para preguntar pero también sabía que debía de hacerlo para conseguir respuestas y calmar su alterada mente.

—Creo que tienes razón, debo preguntarle— Taishiro asintió y le dió unas pequeñas palmaditas en su espalda para intentar calmarlo y darle valentía para que más tarde le preguntara al alfa que era lo que estaba pasando.

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—¡¿Se puede saber porque mi casa está anunciada en una página de ventas?!— El señor Togata alzó su vista del periódico y miro a su hijo con indiferencia, el creía que era bastante obvio el motivo.

—Pues ya que no quieres trabajar en la empresa entonces regresaras a vivir con nosotros, para que al menos sirvas de algo— Su voz salió tan desinteresada que solo logró frustración en el rubio, ¿Por qué siempre querían controlar su vida?.

—Teniamos un contrato— Intento calmarse sin mucho éxito, no quería gritar, después de todo seguía siendo su padre y debía mostrarle un poco de respeto, aunque no quisiera.

—Soy tu padre Mirio, mis órdenes valen más que un simple contrato— Y ahí estaba, la gota que derramó el vaso, el alfa quería gritar, llorar y reclamar pero sus palabras se atoraron en su garganta, la impotencia que sentía no podía compararla con nada.