¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¡Estela, ya basta! .—Me regaña mi mejor amiga.— Entiende que Victoria no es para ti, deja de verla tanto, ¿conoces a su novia? Es capaz de ahorcarte si descubre que la estás viendo.
—Ya lo sé, no tienes que repetírmelo, sabes? Duele.—Digo fingiendo que mi corazón se rompe cuando a lo lejos observo a Victoria y a Sofía besándose...O tal vez no necesito fingir. Auch.— Vamos a clases.—Digo mientras cierro mi looker dejando de verlas.
—Gracias al cielo.—Entrelaza su brazo con el mío y comenzamos a caminar lejos de esa escena que hace que se me revuelva el estómago.— ¿Quieres ir a mi casa después de clases? Mi mamá trabajará hasta tarde, así que solo estará mi papá y mi hermana .—Dice y no se cómo decirle que no tengo muchas ganas, termino aceptando y continúo caminando a mi salón.–Odio química.
—Por dos, ¿nos sentamos juntas con Juan? .—Pregunto mientras lo busco con la mirada, pero no lo encuentro.—¿No vino hoy?
—Parece que no, le preguntaré a Mariana, ella creo vive cerca de él.—Dice mi amiga acercándose a Mariana, quien sonríe un poco al vernos.
—Estela, Fernanda.—Saluda.—¿Que pasa? .—Le preguntamos por Juan y su rostro se convierte en una mueca.— No vino, creo que no vendrá hasta mañana, está enfermo o algo así.
—Oh, pobrecito, le mandaré un mensaje.—Digo sacando mi celular y comienzo a teclear.— Ya lo extraño, el fin de semana no pude verlo y ahora falta.
-."Hey! quieres que vaya a verte? te puedo llevar algo para mejorar tu humor o tu salud, espero te sientas mejoooor, besos ."
—Si, pero bueno, solo es un poco de gripa si no me equivoco, nada grave.—Se encoge de hombros y continúa hablando con la chica que esta a su lado.
—Pobre Juan, es una consecuencia de ser gay, está siendo castigado.—Se burla mi amiga y me contagia de su propia risa.– No mires hacia allá.—Pide y como soy muy obediente, volteo de golpe.—¡Esti!.—Susurra en regaño.
Victoria llega a nuestro salón agarrada de la mano de sofia, intento dejar de ver pero mis ojos me traicionan y no solo las veo, también las escucho.
—Gracias por acompañarme, mi amor, eres tan linda.—Le dice sofia antes se besarla y ahí es cuando dejo de mirar. Quiero vomitar.—Nos vemos a la salida.
—Chau, baby.–Dice antes de irse y no puedo evitar sonreír como idiota aunque no me lo dijera a mí. Es la primera vez en el día que escucho su voz, siento que mi corazón se empieza a armar de nuevo y suspiro disfrutando de el eco de su voz en mi cabeza.
—Eres tan rara.—Me molesta Fernanda. Abro mis ojos y carraspeo recomponiéndome.— No nena, por poco y te corres aqui.
—¡Fernanda! .—Chillo por su lenguaje y cubro mi rostro mientras mi mejor amiga se ríe a carcajadas.—Eres una idiota!