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—No seas idiota, solo quiero un poco.—Digo antes de quitarle el porro y sentarme a su lado en la banqueta.—Gracias por no mandarme a la mierda.
—Eres mi hermana, pase lo que pase.—Pasa su brazo por mis hombros y me relajo sin pensar en nada más.—Te amo, cabrona.
Este es mi lugar seguro, con mis amigos, mi segunda familia, ni siquiera con Sofía podía tener esta paz que siento ahora, de hecho, con ella es todo lo contrario.
—Entonces, ¿como vas a festejar tu cumple?.—Pregunta Mariana acercándose a nosotros después de ganarle a Bona en una reta. Era bueno tener a otra chica aquí, ahora tenía con quien hablar de temas más personales.– ¿Cuando es?
—En una semana mas o menos.—Dice Bona jugando con la pelota en sus manos.—¡Deberíamos hacer una joda en la playa!
—No suena mal, ¿quienes irían ?.—Pregunta el moreno y todos me miran.
—No lo sé, los que quieran ir.—Me encojo de hombros.— Podríamos invitar a Estela, se lleva bien con Sofía y también con Mari.
Digo para no decir : Quiero invitarla a mi fiesta porque me agrada mas de lo que debería.
—Estela me agrada, no soy mucho de socializar en el colegio pero ella sabe llegarte.—Dice Mariana y concuerdo con lo que dice. Si que sabe como llegarte.— Hagamos una lista entonces.
Todos comenzamos a decir nombres de algunas personas que quisiéramos ver por ahí y pasamos el resto del día enrolando en el balcón de Bona.
Un día perfecto.
(...)
—¿No tienes casa?.—Bromeo al ver a Estela sobre la cama de Juan. Mi buen humor aumentó.—¿Que escribes?
Me siento junto a ella y rápidamente deja su teléfono. Encarno una ceja.
—Nada, y no, no tengo casa.—Responde mi primera pregunta y la miro entre divertida y confundida, ¿que estaba escribiendo y porque no puedo saber?.— Desde ahora vivo aquí, ¿te molesta?
—Nop. ¿Que escribías ?.—Intento tomar su celular que esta boca abajo sobre la cama pero lo vuelve a tomar para guardarlo en la bolsa trasera de su pantalón.— Igual te lo pienso quitar.—Digo, refiriéndome a su teléfono, no al pantalón...Debí escoger mejor mis palabras.
Ahora que lo pienso no suena tan mal lo de quitarle el pantalón, aunque se le ven jodidamente bien, ¿siempre tuvo ese culo? Creo que debo prestar más atención la próxima vez que la vea en shorts o algo más pegado.
Abre la boca levemente y no puedo evitar reírme, contagiándola.
—No, ¡Victoria!.—Se queja cuando me tiro sobre ella.—¡No seas chismosa!
Ignoro sus palabras y doy vuelta sobre la cama dejándola a ella encima de mi, busco su teléfono con mis manos mientras ella se remueve intentando zafarse de mi agarre. Toco un poco de más por accidente...o tal vez no tan accidente, hasta que logró sacar su teléfono.
