Capítulo 7:

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La pelirroja frente a él hablaba animadamente mientras él seguía con su cabeza dando vueltas sobre lo sucedido hace unos días con Haneul. Se sintió confundido después de aquella conversación y una pregunta que formuló fue ¿Por qué la estoy dejando ir? La poca valentía que tenía se le íba cuando intentaba decirle a la rubia. Antes le fue fácil, incluso ella lo notó. Pero ahora que no era un adolescente hormonal, se permitió pensar un poco en sí le gusta de verdad como para llegar a algo más aya de un noviazgo.

—Innie.— Lo llamó y el castaño miró a la chica que se encontraba a escasos centímetros de él— Te notó perdido ¿Estás bien?— El chico la miró notando lo cerca que estaba de él y la apartó con delicadeza.

—Si, estoy bien, no te preocupes.— Le hizo saber para irse a sentar al sofá de su oficina.

—No lo creo, no me digas que es por esa chica.— Habló la pelirroja cruzadandose de brazos.

—¿Por qué te cae tan mal?

—Simplemente me cae mal.— Soltó sentándose a un lado del castaño— ¿Entonces si es por ella?— Preguntó y Jeongin miró hacia dónde estaba la chica.

—¿Te a gustado alguien alguna vez?— Yna se sorprendió ante la pregunta dejando ver sus mejillas sonrojadas— Bueno, de seguro tuviste muchos novios.

—No creo que el amor sea lo mío.— El castaño al escuchar eso agachó la mirada— Creo que solo me a gustado una persona.

—¿Quién es el afortunado?— Pregunta Jeongin curioso.

—No viniste a saber de mi. Si te gusta alguien solo dícelo.— Escuchó a la artista— No pierdas la oportunidad de decírcelo y más si es Haneul.

—Tú...

—Ustedes siempre discuten y siempre elijen caminos distintos ¿Cuando ambos se darán cuenta de que se necesitan uno al otro?— Le soltó haciendo que Jeongin se abriera más en sorpresa.— No voy a decir más nada, tan solo búscala y dícelo.— Sin más, la chica se levantó saliendo de la oficina.

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Caminó por la biblioteca acompañada por el de cabellos morados quien la seguía con sus manos detrás de su espalda. El chico se detuvo al notar el lomo de uno de los libro el cual le pareció llamativo, lo abrió dejando en vista una cubierta que portaba unas letras mayúsculas formando el título del libro. Se quedó mirando aquello como si fuera lo más interesante y luego decidió abrirlo admirando el nombre de la escritora que él conocía a la perfección.

—¿Te gusta ese?— Preguntó Haneul y Minho giró su cabeza hacía ella para volver a colocar el libro en su lugar.

—Solo tuve curiosidad.— Le dijo sin darle mucha importancia a sus propias palabras y caminó hacia la rubia la cual asintió— ¿Qué estamos buscando exactamente?— Pregunta el mayor y Haneul se encogió de hombros.

—Aún no he terminado de leer el libro que compré hace unos días. Relmente no sé cual llevarme.— El de cabellos morados asintió mientras obcervaba a la chica.

—Entonces lee este.— Le extendió un libro, era el mismo libro que él había estado mirando anteriormente— No sé si te gusta el drama romántico, pero aveces puede llegar a ser interesante.

—Aceptaré tu recomendación.— Le dijo para ir hacia la caja y comprarlo.

El de cabellos morados suspiró metiendo sus manos en los bolsillos de sus pantalones. El sonido de la campana de la tienda llamó su atención haciendo que saliera de donde estaba notando al chico castaño que conocía a la perfección. De tanto tener la mirada sobre él, este llevó su vista quedándose estático en el lugar cuando notó al mayor.

Jeongin suspiró y caminó hacia donde estaba el chico, se detuvo notando la mirada seria de este. Como no recordar al que fue su mejor amigo por largos años, como olvidar al chico que creyó que estaría para él en los malos momentos, como olvidar a Lee Minho, el chico mentiroso y manipulador que hizo de su mundo, un infierno.

—¿Dónde está Haneul?— Preguntó el castaño a lo que él mayor miró hacia dónde estaba la chica comprando el libro haciendo que el menor se giré notándola—¿Estas jugando con ella?— Preguntó el castaño y el de cabellos morados bufó.

—¿Desde cuándo te cuento mis planes?— Soltó un tanto asqueado por la manera en que le trataba el menor a pesar de la diferencia de edad— Tengo mis razones. Además, ella aceptó la propuesta y tengo tres oportunidades con ella, no vengas a arruinar las cosas.

—Maldito imbécil.— Soltó entre dientes y el mayor rodó sus ojos.

—Cuando entenderás que eres tan solo la basura que desecha el mundo.— Soltó el mayor con burla en sus palabras— No eres un santo Yang Jeongin, no eres el mejor de los amigos y también vas a lastimarla así como hiciste con ella.— Al escuchar aquello no aguantó más y se abalanzó contra el mayor para golpear su rostro no sin antes tumbar algunos libros de los estantes al hacer tal acto.

Haneul y la dependienta escucharon el sonido de los libros cayendo girándose y notando al par que ella conocía muy bien. Notó cómo Jeongin golpeaba al de cabellos morados mientras este se cubría el rostro con sus brazos. Corrió hasta ellos al ver la escena.

—¿Qué crees que haces Yang?— Preguntó la chica haciendo que el menor detuviera sus golpes para mirar a la rubia a un lado de ellos.

—Nos vamos.— El castaño se levantó y tomó la mano de la contraria para tirar de ella fuera del local mientras esta trataba de soltarse.

—Jeongin, me estás lastimando.— Le dijo mientras trataba de soltarse ya que la fuerza aplicada era la suficiente como para dañarla— Innie, Jeongin ¡Yang Jeongin!

—¡Cierra la maldita boca Bang Haneul!— Gritó soltándola con brusquedad en el estacionamiento donde estaba su auto— Solo haz silencio y sube al auto.— Le dijo un poco más tranquilo y ella se negó rotundamente.

—Te dije que no te quería involucrado en esto.— Le recordó y él castaño detuvo el movimiento de abrir la puerta del auto.

—No seas boba Haneul ¿Cómo es que puedes salir con ese imbécil?¿Ya no recuerdas lo que sucedió hace unos años?— Soltó aquello girándose hacia su mejor amiga.

—¡¿Y crees que tú eres un super héroe?!— Gritó con enojo.— No eres diferente de esos imbéciles que llamas ¿Por qué eres tan obstinate?¿Por qué no puedes dejar mi puta vida tranquila? No te pedí que me cuidaras ni tampoco te dije que vinieras a mi.— Cada palabra dolía y ella lo sabía cuando sus ojos se llenaron de lágrimas.

—¿Por qué no ves lo que hago por ti?

—De nada sirve lo que haces por mi si eres igual que ellos cuando lo haces. Pensé que tú podías comprender y entender. Pero sólo eres un maldito egoísta que no me deja hacer las cosas por mi cuenta. Ni siquiera sabes si Minho me a tratado bien o mal para atacarlo de esa manera.— El castaño soltó una risa amarga.

—No lo conoces.

—Pues lo estoy comenzando a conocer y si es una faceta, por lo menos es mejor que la tuya.—  Aquello le cayó como un balde de agua fría porque no era la primera vez que ella se lo decía.

—Está bien, haz  lo que se te venga en gana Bang Haneul. Que tengas una vida felíz al lado de ese imbécil.— Con aquello dicho el castaño se giró abriendo la puerta de su auto y entrado, puso el auto en marcha dejándola sola en el estacionamiento.

La chica sintió como su corazón se destrozaba a medida que el auto se perdía de su vista. Aveces podía llegar a los extremos y eso le era una molestia porque negaba aquello de necesitar a su mejor amigo con ella.

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Hours [Yang Jeongin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora