Capítulo 9:

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10 años atrás:

La primavera había llegado anunciando que el invierno ya estaba alejándose. Algo que le gustaba mucho a la pequeña Bang, siempre le había gustado la primavera y más por las bellas flores que caían de los árboles aunque también algunas florecían. Su felicidad siempre aumentaba con la primavera pero no ese día.

Sintió las manos de su hermano roderala mientras miraban la foto de su madre la cual portaba una sonrisa. Habían flores alrededor de esta y ellos lloraban desconsolados sin querer perder el único refugio que tenían en el mundo, aunque todo terminó en un final muy triste. La pequeña tenía unas muletas en su mano ya que su pie estaba envuelto en yeso. La niña se culpaba por el accidente de su madre. Su madre arriesgó hasta su vida para protegerla y todo esto le estaba doliendo mientras lo vivía en carne propia.

Sintió un toque en su hombro y se giró para ver a su amigo parado detrás de ella mientras sostenía una flor en la mano. Este se la extendió y apuntó a donde se encontraban las demás flores que rodeaban la foto de la mujer. Ella la tomó para dejarla junto a las demás notando que esa flor no era del mismo color que las otras pues aquella era un tulipán, las flores favoritas de su madre. Quiso echarse a llorar pero aquel pequeño tomó su mano haciendo que la niña lo mirara.

—Ella está bien.— Le dijo mirando al frente— Todo estará bien, yo estoy contigo.— La niña sintio que su corazón era acunado con cariño y por una vez se dedicó una sonrisa triste que ella misma necesitaba.

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—¡¿Maldito niño idiota?!— Un golpe impactó contra la mejilla del mayor haciendo que este moviera su cabeza a un lado— ¿Eres estúpido? ¿Qué mierda te pasa por la cabeza Bang Chan?— Le soltó un escándalo mientras la pequeña niña se adentraba viendo como su hemano mantenía su rostro tapado por su cabello— ¡Responde de una puta vez Christoper!— La niña sentía como sus ojos se llenaban de lágrimas.

—Si, si fui yo.— Le respondió el niño haciendo que la ira aumentará más.

Ella había desordenado los papeles en la oficina y los había dibujado, no era su hermano. Su padre no parecía ser el mismo y por cada cosa mala que hicieran, recibían grandes castigos, ahí se encontraba viendo como su padre se llevaba a su hermano cargado hacia una de las habitaciones. Escuchó los gritos del mayor los cuales decía que lo sentía y que no lo volvería a hacer.

Después de varias horas en las que se encontró a misma pérdida en su mundo, escuchó unos pasos que se acercaban a donde ella estaba. Se abrazó las rodillas mientras pedía calmarse varias veces a si misma. Sintió el miedo recorrer su cuerpo y su cabeza daba vueltas. El dolor de cabeza le era insoportable y sentía ganas de vomitar.

—Tú.— Llamó aquella voz que conocía a la perfección y levantó su mirada apagada hacia su padre— ¡¿Por qué me miras así?!— Le gritó aquel hombre y ella se levantó del suelo con su cabeza agachada— Todo lo que está pasando, es por tu culpa. Ella debía estar viva y tú tenías que estar muerta.

Las palabras fueron como cuchillas hacia su corazón, pero aguantó sus deceos de llorar. El hombre se fue y la niña buscó algo en el baño para salir e ir con su hermano.

—¿Estas bien? Trage el botiquín para...

—¡Cállate!— Le gritó el mayor mientras se levantaba del suelo.

Hours [Yang Jeongin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora