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Lily Evans solía ser una chica que se guíaba por su sentido común. Ella siempre velaría por aquello que creía correcto y no miraría hacia atrás aquello que ya dejó en el pasado. 

Pero era tan difícil.

Sintió algo en su pecho cuando empezó a ver a Severus solo nuevamente, tal como cuando ellos dos dejaron de ser mejores amigos. Algo amargo, molesto y horrible.

No hizo nada al respecto, solo lo miró a lo lejos; en su mente ella lo estaba cuidando así. Era lo correcto, porque no era una mala persona, sin importar lo enojada que ella estuviera con Severus.

Todo eso se fue por la borda cuando vio a James saludar a Severus antes de entrar al Gran Comedor a la hora de la cena. Todas las alarmas se encendieron en su cabeza.

¿Qué podrías pensar después de ver al chico que se burló de tu amigo, desde primer año, saludarlo?

"Lily, lo estás pensando demasiado" le aseguró Mary. 

"¿Y si lo está molestando ahora con algo peor? Tal vez sus amigos se alejaron de él por eso y yo..."

"Ve y preguntaselo", Marlene entró a la habitación estresada intentando lanzar un hechizo de secado a su cabello, "Si estás tan preocupada, ve y preguntaselo"

Lily la miró incrédula.

"Le dejé de hablar, sería estúpido que justo yo fuera"

"Entonces, dejalo en paz", siguió la rubia, "Al final del día ya no tiene 11 años, Lily. Ya sabrá él qué hacer"

Pero Lily siguió frustrada. Sabía bien que Marlene tenía razón, mierda, tenía toda la razón y ella estaba solamente estresando a sus amigas por sus dudas sin rumbo y su incapacidad de enfrentar lo que dejó atrás.

Así que lo intentó, Lily Evans se sentó junto a Severus en una de sus clases juntos: Estudio de Runas Antiguas.

Al principio vio como Severus se tensó, y ella no estaba mejor, pero lo estaba dando todo. Binns empezó la clase, pero Lily no prestaba atención del todo.

'¿Cómo le pregunto?' 

'¿Lo saludo normalmente?'

Ni siquiera notó el momento en el que la clase terminó, pero sí el momento en el que Severus se levantó de su asiento y ella lo tomó de la muñeca deteniendolo.

"¡Sev! Digo... Severus..." Empezó ella, un poco tímida. "¿Podemos hablar?"

Cuando Severus le devolvió la mirada, por primera vez en mucho tiempo, todo su cabello pareció desaparecer de su rostro, su piel parecía incluso más pálida que de costumbre y Lily juraba que habían ojeras.

"¿Otro gryffindor que busca hablar conmigo? Ni siquiera tengo la carne suficiente para ser buffet de leones"

Ella se considera muy inteligente, pero tenía que admitir que esa frase la dejó pensando un poco. Sonrió un poco apenada, pero no se retractó.

"Hablemos, por favor"

No sabía si era instinto o el cariño, o la añoranza, pero Lily quería abrazarlo. Quería abrazarlo con tanta fuerza y decirle que todo estaba bien, que tuvo que apretar sus manos en puños para mantenerse en su lugar.

Y finalmente, Severus cedió: "Vayamos a otro lugar"

Así que Lily se sintió mejor, se sintió como volar por primera vez en una escoba. Fueron a uno de los pasillos, estaba relativamente vacío teniendo en cuenta que las clases finalmente habían terminado. 

Y Severus la miró fijamente, esperando a que hablara. No se sintió nerviosa y su brazo no se erizó por el frío de su mirada.

"¿Estás bien?" Fue estúpido, lo sabe, pero no sabía cómo empezar esta conversación.

Gryffindor's idiotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora