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James estaba sentado en la sala común de Gryffindor, tratando de concentrarse en su tarea de Defensa Contra las Artes Oscuras, pero su mente seguía divagando en la situación de Severus. Había notado que últimamente el Slytherin parecía enfermo, sus ojos se cerraban de vez en cuando y se apoyaba en las mesas para descansar. James no sabía cómo ayudarlo.

Entonces, la incertidumbre de lo que le sucedía a Severus no dejaba su cabeza. Todo giraba alrededor del problema, como si siquiera pudiera hacer algo para mejorarlo. Pero, a pesar de todo, Severus seguía siendo el mismo de siempre, con su temperamento frío y su actitud desafiante.

Sus amigos entraron en la sala común. Remus intentó tranquilizarlo, diciéndole que quizás solo era un resfriado, mientras que Peter sugirió que podrían regalarle un libro para hacerle sentir mejor.

"Él ni siquiera aceptaría algo que yo le diera" suspiró James.

"Tiene sentido" mencionó Remus, y se ganó una mala mirada por parte de su amigo.

"Moony, no estás ayudando"

"Tampoco planeaba hacerlo" se encogió de hombros.

Sirius estaba a su lado en el sofá de la sala común masticando un dulce de sabor a cerezas, realmente suertudo por haber sacado un sabor normal en un dulce del mundo mágico. Un poco suertudo hasta que decidió abrir la boca.

"¿Entonces qué harás?"

"Lamentarme, creo"

"Recuérdame jamás pedirte consejos amorosos"

"¡Que grosero de tu parte, Moony!" se quejó James, casi haciendo un puchero.

Su amigo solo se carcajeó, pero definitivamente no se arrepentía de lo que dijo, incluso si le costaba un par de golpes de James. Sirius se movió lentamente luego de ser atacado con uno de los golpes de James.

"Si tanto te quejas entonces haz algo, Prongs, ya es demasiado lamentable que te guste Sn- ¡Auch! ¡Auch! Ya me callo, me callo" lloriqueó Sirius, mientras sus manos tapaban su cabeza. "¡No me golpees en la mercancía!"

"¡Cuál mercancía, tarado!" James rápidamente lo hechizó para que alejará las manos de su rostro, pero lo enojó incluso más la mueca seductora que lo saludó.

"Mi rostro, querido amigo. Medio Hogwarts muere por est-¡Ay! ¡YA BASTA!"

Remus solo suspiró cansado mientras veía a sus mejores amigos, rodó los ojos y se sentó en uno de los sillones, recibiendo el suave calor de la chimenea. Observó lentamente a Peter, el cual simplemente se había sentado en el suelo con un libro de acción muggle en sus manos.

"James, solo te recuerdo que, con cada día que pasa, se acerca nuestra graduación. Y si no actúas ahora, lo más probable es que después de Hogwarts no vuelvas a ver a Severus ni en tus sueños"

Mientras tanto, en la sala común de Slytherin, Severus estaba acostado en su cama, tratando de ignorar los comentarios de sus compañeros de casa sobre su aumento de peso. Sabía que era una consecuencia de su embarazo en el cuarto mes, pero no quería que nadie lo notara.

Había hablado con la enfermera Pomfrey, quien le había proporcionado una poción que ocultaría su embarazo y haría que solo se notara un aumento de peso moderado, pero parecía que su cuerpo -o su bebé- se estaba revelando en su contra.

"Te ves sexy" aportó Evan. Y le guiñó un ojo.

"Evan, cállate" rodó los ojos Regulus. "¿Quieres que haga una poción que te pueda ayudar con eso? Está estrictamente prohibido que la intentes hacer tú mismo"

"Soy mejor que tú en pociones" rodó los ojos Severus. El cuidado excesivo de Regulus a veces era estresante, pero sabía que solo lo hacía por su bien.

Gryffindor's idiotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora