𝐌𝐚𝐫𝐢𝐨𝐧𝐞𝐭𝐚 𝐃𝐞 𝐂𝐚𝐫𝐧𝐞 (𝐇𝐞𝐢𝐬𝐜𝐚𝐫𝐚)

𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 4

“¿Una Marioneta de carne? Eso es una mentira, —El detective quiere reírse, es más, esta a punto de hacerlo si tal tipo no cierra la boca. No obstante, la mirada de Heizou se posó en la figura que los atacó antes, tragándose esa acción que iba a hacer a continuación—, si... una cruel mentira...”

—Esto no puede ser posible... Justo hoy ví ese caso, que esto pase parece una muy mala coincidencia, —Y eso que yo soy reacio a creer en ellas.

—¿Y? ¿Eso tiene que ver conmigo? —Al fin luego de tanta paciencia en su inexistente cuerpo, Scaramouche habló. Él intentó cruzarse de brazos, soltando una maldición cuando supo que no podía por ambas extremidades—Maldita sea... Debo repararme... —susurró sin importarle mucho la expresión ajena. Diciendo ahora sí en voz alta—: Debemos salir de aquí, y rápido... Luego veré si respondo tus curiosidades de infante.

Tentado a tomarle el antebrazo, Scara desistió luego de intentar mover sus manos. Pero, para suerte suya y desgracia ajena, lo de la “reparación” fue escuchado fuerte y claro por el detective.

...

Pasos constantes, uno detrás de otro acompañaban a ambos chicos mientras  caminaban fuera del bosque. Ellos podían escuchar las sirenas de la policía y, si tuvieran mejor sentido del oído, serían testigos de las órdenes de la nueva jefa del departamento. Por suerte no tienen la dicha de hacerlo porque si eso pasara vivirían un largo rato en la sala de interrogatorios.

Sin embargo, el detective no puede cantar victoria de lo que sea que sucedió hace un rato. De vez en cuando miraba sus manos recordando como esa figura sacada de las kinografías de terror se quebró como una pieza de mera porcelana. Además, si se fijaba lo suficiente, podría decir que el tipo que lo lleva siguiendo todo el camino y esa cosa... tenían varias similitudes en común.

—Ya deja de seguirme. —Heizou paró la caminata dando media vuelta hacia Scaramouche. Él puso su propia mano en su frente siendo este el resultado de lo difícil que le es atar los cabos ahora—. Se supone que debíamos salir, si. Pero ya estamos lo suficientemente alejados, dijiste que me dirías todo.

—¿En serio? ¿Cuándo habré dicho eso? —El acompañante hizo oídos sordos tentando a usar ese tono de voz bastante amable que no engañaba a nadie... Bueno, que no engañaría a cualquiera que supiera como es en realidad.

”Hace un rato... —Recordando que, antes de que Heizou accediera a irse con él. Scara lo tentó diciendo que: Luego responderá todo...”

Derrotado y frente a un herido bastante llamativo, el detective suspiró. Miró el final del bosque y lo muy tarde que se está haciendo. “¿Habrán muchas personas por el camino?” se preguntó mientras buscaba una manera de sacar a este tipo sin la necesidad de que destacara tanto.

—No, es imposible... Destacas bastante... —Con un ceño fruncido, él calló las próximas palabras de Scaramouche—: No, no es un halago.

Aun cuando ambos se encontraban casi al final del bosque burlando la seguridad del departamento de policía. No podían cantar victoria, era cuestión de tiempo hasta que alguien llegará, los tomara de sospechosos y, con un tipo demasiado llamativo... Oh, no. Si eso llegaba a pasar ni siquiera sus habilidades de persuasión le ayudarían en algo.

“Si tan solo tuviera mi teléfono le pediría el favor a alguien... —Heizou descartó esa idea bastante mala—. No, ¿quién en su sano juicio me ayudaría a llevar a un tipo de debería estar muerto a otro lugar que no sea un hospital? Se ve reacio a aceptar esa ayuda”.

—¿No quieres ir a un...?

—No pierdas el tiempo en eso, ¿yo? ¿Una persona que sigue viva sin que tú sepas el porqué, se salvará en una sala de urgencias? Me usarán como conejillo de indias.