│ꗄ꙰ 🧃ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 0

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Adentrada en su propia oscuridad se ocultaba tras un caparazón de madera, evitando que cualquier palabra que la haga sentir peor de lo que ya está logré llegar a sus oídos; sin embargo, tarde o temprano esa coraza sería penetrada y fuertemente destruida por los demás. En este caso sus mismos padres.

Jade Magmagara, una adolescente de tan solo diecisiete años que ya se encontraba cansada de tanto caminar en el sendero de la vida. Su infancia estuvo llena de felicidad y alegría pues era ignorante de lo que pasaba a su al rededor, las burlas hacia ella eran tan solo una broma de la cual también se reía, sus errores eran algo más de lo cual aprender... ¿Como llegó a esta estado?

Cuando uno crece se da cuenta de todo lo que es malo, mira su pasado, mira lo que no proceso en ese instante; su alma se oscurece al guardar rencor y dolor por todo lo que su versión más joven paso, empieza a tener emociones del pasado que la arrastrarían a su perdición, que lo volvería más sensible, más vulnerable.

—¡Son tan inútiles! —Grito la madre enfurecida al ver como el macetero que le encargó a sus hijos ahora está regado por el piso en pequeños trozos. El hijo mayor solo se encogió de hombros, riendo un poco por su propia torpeza.

Lastimosamente Jade no pudo reaccionar de la misma manera, se quedó paralizada y con los ojos abiertos como platos, no pudo soltar ninguna palabra, ni pudo enojarse con su madre por decir aquellas palabras, en su mente solo se repetía una y otra vez esa oración... "Son tan inútiles"
Su madre decía de vez en cuando eso, no veía reacción negativa en sus hijos además de que no hacían lo mismo de nuevo, así que utilizaba esas palabras a menudo. Nunca se dio cuenta que su hija, menor empezaba a creerse esas palabras pero no solo en lo que falló, sino en todo lo que hacía.

Estas palabras fueron la gota que derramó el vaso, la mente de la Magmagara menor al fin colapso.

—Jaja... Sí. —Soltó una risa baja, apartando su vista, sus ojos se empezaban a cristalizar por la acumulación de lágrimas que retenía. Miro a su hermano, quería saber si él reaccionaba de la misma manera, pero al parecer no... —Tal vez solo soy una bebé llorona. —Penso para si misma, mientras ayudaba a limpia el desastre de tierra.

🌻

El consejo de magia estaba en un debate serio, el silencio ameritaba que estaban meditando la desición que tomarían en unos instantes, esto podría cambiar por completo algunas cosas del mundo humanos... Últimamente los adolescentes tenían problemas serios, problemas que les llevaban a hacer cosas terribles y llevar sus vidas por un rumbo muy horrible.

"¿Como es que se tardaron tanto en notarlo?"

La desición estaba en pie desde hace apenas cien años y para la edad mágica eso es relativamente poco. El consejo mágico tomo el gran trabajo de analizar todo lo que se debía antes de tomar un ultimátum, aunque lo más difícil de todo era encontrar a un adolescente que creyera en la magia y tuviera una vida miserable como dictaba el libro de reglas, finalmente encontraron a una, Jade Magmagara era la perfecta candidata para poner a prueba este nuevo sistema.

—Mi desición está tomada, apoyo la idea de poner a prueba este nuevo sistema. —Comento en voz alta uno de los altos mandos.

—Concuerdo con eso, yo tambien apoyo. —Añadio uno más. Los que ya habían hablado miraron a su compañero, quien cruzado de brazos se limitó a asentir

—Mi opinión ya no cuenta tanto, pero también estoy a favor...

Jorgen apareció en una pequeña bomba de humo con el sonido característico de "puuff". No fue nada del otro mundo las indicaciones, tomar a un padrino mágico lo suficiente capacitado para desempeñar esta prueba y que no tenga asignado ningún ahijado; pero con que solo cumpla el último requisito estaba de lujo.

El gran hada ya tenía en mente a quien asignar, pues por el momento era el único libre... Este último tiempo la gran mayoría –por no decir todos– de padrinos mágicos ya estaban asignados a un ahijado.

Peri había renunciado a su primer ahijado, había llegado a un punto en donde él era simplemente insoportable, que solo quería romper una y otra vez las reglas, además de "maltratarlo" de cierta manera. Cansado, recurrió a simplemente dejarlo, su primera experiencia había sido terrible...

🌻

—No. —Se cruzó de brazos, dándole la espalda a Jorgen, por dentro estaba muriendo de miedo por esa respuesta tan atrevida que dio hacia su superior.

—¿¡No!? —Apretó los dientes, tomando entre sus grandes manos y acercándolo a su cara. —¡No te atrevas a retarme! —Dijo con su característico acento.

Soltó a Peri quien cayó al suelo, un par de estrellitas empezaron a rodar su cabeza, dando a entender su obvio mareo por el golpe. Jorgen dio un pequeño golpe al suelo con su gigante varita, haciendo tomar atención al de ojos morados al instante.

—El consejo mágico esta poniendo esta nuevo decreto a prueba, ¡por lo tanto a ti también! Si te niegas serás enviado de nuevo a la escuela de padrinos mágicos

El hada más pequeña puso sus ojos en blanco en tan solo pensar en volver a esa academia, no era tan malo pero volver a aprender todo lo que uno ya sabe de memoria... Sería tan aburrido y por supuesto estresante, los profesores de ahí no son del todo blandos que digamos.

—Lo entiendo, ¿pero no hay otro libre para esto? Yo estoy algo... —Fue interrumpido al instante.

—¿Cansado? ¡Tus padres lidiaron con niños más problemáticos y siguen en su labor! No hay excusas. —Dio vueltas a su varitas algunas veces, hasta que finalmente la detuvo apuntando hacia el novato. —Da lo mejor de tu Periwinkle.

Su magia hizo función, llevando al padrino mágico hacia su nuevo ahijado, bueno... Ahijada.

🌻

Sentada en su cama, abrazando sus piernas, su cabello era un desastre y tenía una grandes ojeras bajo sus ojos, su cuarto estaba en la oscuridad siendo tan solo iluminado por su teléfono que reproducía videos tristes que solo alimentaban más ese estado putrefacto en el cual se encontraba. Peri apareció, pero la joven ni se dio cuenta de su presencia.

El ser mágico suspiro, tenía que causar una buena impresión, pero no práctico ninguna presentación, ¿debería reciclar la misma que hizo con Dev?

Pensaba hacerlo, hasta que escucho ese leve sollozo que salió de los labios de la adolescente, ella estaba llorando... Y por sus ojos se podría decir que ya era desde hace un buen rato.

"¿Es normal llorar en silencio?"

Ladeó la cabeza confundido, se compadeció de la señorita. Con su varita hizo un muffin la cual acercó a Jade.

—Un muffin para esas lágrimas tan miserables. —Rio un poco. —Mucho gusto, soy Peri, como la flor Periwinkle...

Soy tu nuevo padrino magico

🌻| LuluDollAea
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¿Solo sexo? [+16] | Periwinkle - Peri - Poof | Padrinos mágicos: un nuevo deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora