Entre Cuervos (+21) - Benjicot Blackwood

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Narrador Omnisciente

No fue hasta que los constantes encuentros con los Blackwood en batalla que Amos Bracken se detuvo a preocuparse realmente por el paradero de su hermana, necesitaba aliados leales si no quería perder la batalla, los Tully apoyaban el reclamo de los Blackwood sobre las tierras, lo que significaba que no tendría mucho apoyo de otras casas... Amos ofreció la mano de Anne al viejo Lord Greyjoy, quien había enviudado no hace mucho, lo cual pareció atroz para todos, Lord Greyjoy tenía cerca de 50 y Anne apenas 15 días del nombre... su esposa e hijos manifestaron su desacuerdo pero a él poco le importó aquello, su hermana cumpliría con su deber, se casaría y haría feliz a Lord Greyjoy para asegurar la victoria de su casa, para eso había sido criada... Ahora solo necesitaba encontrarla, las noticias del joven Lord Blackwood jactándose en las batallas de poseer a la hermana del Lord Bracken se corrió con rapidez, muchos creían que era solo para provocarlos, pero quienes de verdad conocían al muchacho podrían asegurar que sus palabras eran ciertas o no las diría. Cuando el Greyjoy aceptó gustoso la promesa del matrimonio fue cuando Amos comenzó a planear recuperar a su hermana, después de semanas sin haber mostrado el menor interés.

Mientras tanto Anne seguía cumpliendo sus labores, con claro desagrado, en Árbol de los Cuervos. Desde que Benjicot le dejó en claro que sabía quién era ella no volvió a negarlo, pero tampoco habló mucho más sobre ello; el muchacho podría jurar que algo se escondía en su relación con su familia, pero ella no precisa dispuesta a hablarlo. La relación entre ellos, en cambio, pasó de ser netamente agresiva a ser digamos tan lujuriosa como agresiva. El intercambio de insultos y ataques seguía presente salvo que ahora en varias oportunidades acababa con el Lord Blackwood hundiéndose en la joven Anne hasta el cansancio.

Benjicot solía marcharse y dejarla sola después de cada encuentro, no admitiría que más allá de molestarla y cogerla también deseaba abrazarla y quererla, por su puesto que no ¿qué pensarían sus hombres si lo descubren encariñado a una Bracken? Sería una humillación. Se negaba a aceptar que lo que la joven le generaba era más que deseo carnal y molestia. Cabe destacar que Anne pasaba por algo similar, era claro que seguía pensando que el Blackwood era un idiota, aún más cada vez que se marchaba después de usarla, aunque no podía decir que lo gustaba ser usada, claro que tampoco admitiría cuanto lo disfrutaba. La chica también se negaba a admitir la preocupación que invadía su cuerpo cada vez que el muchacho salía a una batalla, aún más cada vez que llegaba con heridas, las cuales ella curaba.

La joven se había ganado un poco más de libertad, habían determinado que ella no intentaría escapar. Las primeras semanas quizá sí lo pensó un par de veces e incluso lo intentó sin éxito, pero ahora no tenía el menor interés en hacerlo.

Para Benjicot, entre otras cosas, resultaba bastante curioso que después de todas las veces en que presumió tener a la hermana de Amos Bracken bajo su su techo y más aún entre sus sábanas, él idiota no había manifestado un mínimo deseo de venir por ella, ni siquiera había dado la cara en alguna batalla. Al menos hasta ese día.

Benjicot

Que devuelva a su hermana y me rinda, mi risa hizo eco en la habitación, o tomará Árbol de Cuervo... se le han volado todos los sesos al imbecil... Anne por fin entra a la habitación, siento que la mande a llamar hace horas, luce tan apetecible como de costumbre pero no es momento para eso. Le hago una seña para que se acerca y obedece que mala gana, tiendo el mensaje de su hermano hacia ella y lo toma. Miro con atención su rostro mientras lee, para mi sorpresa se tuerce en un gesto de desagrado... esperaba que se volviera engreído e insolente pero parece más bien ¿aterrada? Sus expresivos ojos me encuentran, joder está completamente aterrada.