Max, herido pero determinado, se levantó de la cama del hospital privado donde había estado recuperándose. Sus ojos reflejaban una mezcla de dolor y furia. Cada movimiento le recordaba la traición de Sergio y Lewis. Mientras se vestía, sus pensamientos se dirigían a la venganza.
Al llegar a su mansión, reunió a sus hombres más leales en su estudio. Las luces tenues y las cortinas cerradas creaban un ambiente sombrío.
—Señor, tenemos información sobre la ubicación de su esposo y los demás —dijo uno de sus informantes, temblando ligeramente bajo la intensa mirada de Max.
Max sonrió, una sonrisa que no alcanzaba sus ojos. Sus manos se apretaron en puños mientras sentía un deseo ardiente de recuperar a Sergio. A pesar de la traición de su amado, estaba dispuesto a perdonarlo y traerlo a su lado. Esta vez se encargaría que sea para siempre—Excelente. Prepárense para el ataque. Quiero que no quede ningún traidor vivo —ordenó con voz fría.
En el refugio, Sergio se encontraba solo en su habitación, repasando los eventos recientes. Su mente estaba dividida entre los recuerdos felices con Max y el dolor de la traición y abuso. Cada vez que cerraba los ojos, veía el rostro de Max, a veces amoroso, a veces lleno de rabia. No entendía que había salido mal en su matrimonio, si todo era perfecto. Un suave golpe en la puerta lo sacó de sus pensamientos.
Lewis entró, su presencia siempre imponente y calculadora.
—¿Estás bien? —preguntó Lewis, su voz suave pero con un trasfondo de interés.
Sergio suspiró, sintiendo un nudo en el estómago.
—No lo sé. Es difícil dejar de amar a alguien que significó tanto para ti, incluso después de todo el dolor.
Lewis se acercó, poniendo una mano reconfortante en el hombro de Sergio.
—Lo entiendo. Pero debes recordar que Max nunca cambiará. Debes protegerte y seguir adelante.
Sergio asintió, aunque la confusión y el dolor en su interior no se disipaban.
—Eso lo sé, Lewis.
Más tarde, mientras el grupo se reunía para discutir los próximos pasos, Lewis decidió sincerarse con el grupo y compartir su historia.
—Max no solo es un criminal —dijo con voz fría— Él es el responsable de la muerte de mi padre. Lo mató para sacarlo de su camino. Desde entonces, me he hecho la promesa de que mientras yo viva ese maldito va a pagar por todo lo que le hizo a mi familia.
La habitación quedó en silencio mientras todos procesaban la información. Sergio miró a Lewis, viendo en sus ojos un odio profundo y una sed de venganza que iba más allá de lo personal. Los detalles de la muerte de su padre, la frialdad con la que Max había operado, todo quedó grabado en la mente de Sergio.
Mientras tanto, Max continuaba en reunión con sus hombres. El ambiente era tenso, pero Max irradiaba una confianza siniestra. Le había llegado la información que necesitaba.
—Tenemos la ubicación del refugio —dijo, su voz firme y llena de resolución— Quiero que ataquen esta noche. Capturen a Sergio y eliminen a los demás. —Pueden irse —
En la oscuridad de su estudio, Max miró una foto de Sergio en su escritorio. Los recuerdos de sus momentos juntos se mezclaban con la rabia y la traición que sentía.
—Te traeré de vuelta, Sergio. Y esta vez, nadie podrá separarnos —murmuró con voz temblorosa de emoción contenida.—Esta vez será diferente, arreglare todo —
En el refugio, la tensión estaba en su punto máximo. Los murmullos y miradas de desconfianza se hacían más frecuentes.
—¿Estás seguro de que este lugar es seguro? —preguntó Charles, mirando a Lewis con desconfianza.
—Lo es —respondió Lewis con firmeza— Debemos seguir con el plan.
Sergio observaba la discusión, sus dudas creciendo. Había algo en la forma en que Lewis manejaba las cosas que no terminaba de encajar. Tenía un mal presentimiento.
De pronto, la tranquilidad del refugio se rompió con el estruendo de explosiones y disparos. Los hombres de Max habían llegado, y la confrontación era inevitable.
—¡Defiendan la entrada! —gritó Carlos, mientras se preparaban para el ataque.
En medio del caos, Max y Lewis se encontraron cara a cara.
—¡Voy a quitarte todo lo que tienes, Max! —gritó Lewis, sus ojos llenos de odio.—Te quitare a tú esposo, tú empresa, tú felicidad, tú casa, incluso tú libertad. Todo lo tuyo será mío— Dijo completamente fuera de sí.
Max sonrió fríamente.
—Inténtalo, Lewis. Sergio es mío y siempre lo será.
La lucha fue intensa, con disparos y explosiones resonando en el refugio. Los hombres de Max se movían con precisión letal, mientras Lewis y los aliados de Sergio trataban de defenderse.
Sergio, tratando de encontrar un lugar seguro, fue rodeado por los hombres de Max. En medio del caos, fue capturado y llevado a la fuerza. Lewis, herido y frustrado, vio impotente cómo se llevaban a Sergio.
En un lugar desconocido, Sergio se encontraba atado y herido, frente a un Max que irradiaba poder y control.
—Nadie te quitará de mi lado, Sergio— dijo Max con voz firme—Haré pagar a todos los infelices que se atrevieron a desafiarme
Sergio, a pesar del miedo y la incertidumbre, miró a Max a los ojos. Sabía que su lucha no había terminado.
Así es bbs, como notaran cambie las comillas por los guiones para cuando los personajes hablen, como es mi primera historia aún estoy buscando mi forma de escritura y lo que es más cómodo para mi.
xoxo.
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Amanecer en la Oscuridad | Chestappen |
FanfictionSergio Pérez y Max Verstappen parecen tenerlo todo: éxito, riqueza y un matrimonio perfecto. Pero cuando Max revela su lado oscuro, Sergio se ve atrapado en una espiral de dolor y desconfianza. Entra en escena Lewis Hamilton, el enemigo jurado de Ma...