La luz del sol se filtraba débilmente a través de las ventanas del hospital, iluminando la sala donde Sergio yacía en una cama de hospital, cubierto con sábanas blancas. Su rostro estaba pálido y los monitores a su alrededor emitían un sonido rítmico, marcando el pulso de su vida frágil. Max se encontraba a su lado, observando cada movimiento, cada respiración, con una mezcla de ansiedad y anticipación.
Había pasado días desde el enfrentamiento en la mansión y la atmósfera en el hospital era tensa. Max había hecho todo lo posible para asegurarse de que nada se interpusiera en su camino. Había sobornado a la policía para que no hicieran preguntas, asegurándose de que su oscuro pasado no saliera a la luz. Era increíble todo lo que el dinero podía hacer.
Finalmente, después de semanas, Sergio comenzó a despertar. Sus ojos se abrieron lentamente y Max sintió que su corazón se detenía por un instante. Pero al mirarlo más de cerca, notó algo alarmante: la confusión en la mirada de Sergio, como si no supiera dónde estaba o qué había sucedido.
—Sergio... —susurró Max, acercándose más—Estoy aquí. Todo va a estar bien.
Sergio giró la cabeza lentamente, su expresión vacía y perdida. No había reconocimiento en sus ojos, solo la confusión que llenaba su mente.
—¿Quién eres? —preguntó Sergio, su voz apenas un susurro.
Max sintió que su corazón se hundía. El golpe de la amnesia era brutal, pero, para él, era un giro del destino favorable. Una oportunidad valiosa. Si Sergio no recordaba lo que había pasado, podría reconstruir su vida, alejarlo de las sombras de su pasado. Después de todo Sergio jamás lo perdonaría por haber matado a todos sus amigos, además no había cabos sueltos, todo era jodidamente perfecto.
—Soy Max, tu esposo. Te he estado cuidando —dijo, esforzándose por mantener la voz firme— Tuvimos un pequeño accidente, pero ya estás a salvo.
El médico entró en la habitación revisando a Sergio, mientras tomaba algunas notas. Max salió de la habitación pidiendo un momento a solas con el doctor.
—¿Cómo está? —preguntó, intentando sonar extremamente preocupado.
—Está estable, pero su recuperación será un proceso largo. Es normal que esté confundido después de un trauma así —dijo el doctor— Sin embargo, hay un tratamiento que puede ayudar a acelerar su recuperación y ayudarlo a recuperar la memoria más rápido.
Max sintió un escalofrío recorrerle la espalda. No podía permitir que eso sucediera. La idea de que Sergio recuperara su memoria y recordara todo lo que había hecho lo aterrorizaba.
—No creo que eso sea necesario —dijo Max, su voz firme—Creo que lo mejor es que se recupere a su propio ritmo.
El médico lo miró con duda, pero Max, con una mirada decidida, le ofreció un sobre con dinero.
—¿Qué te parece si nos aseguramos de que este tratamiento no se lleve a cabo? Estoy dispuesto a compensarte por tu discreción —dijo Max, su voz baja y amenazante.
El médico miró el sobre, meditando la decisión. Finalmente, asintió, comprendiendo la gravedad de la situación.
—De acuerdo. Haremos lo que necesites —respondió, guardando el dinero en su bolsillo.
Max sintió una oleada de alivio. Si Sergio no recuperaba su memoria, podría construir una nueva vida para ambos, lejos de los fantasmas del pasado.
Después de la conversación con el médico, Max se dirigió a Sergio, que lo miraba con una mezcla de confusión y miedo.
—Tuvimos un accidente, pero ya estamos juntos. Estábamos muy felices antes de esto. Teníamos planes... —dijo Max, tratando de sonar optimista— Íbamos a tener nuestro primer hijo.
Sergio lo miró, y por un momento, la confusión se desvaneció, reemplazada por una chispa de esperanza en sus ojos.
—¿Un hijo? —preguntó Sergio, como si la idea fuera nueva y emocionante.
—Sí —respondió Max, sonriendo con ternura— Íbamos a ser una familia. Pero un hombre muy malo quiso asaltarnos y te hirió. Por eso estás aquí, pero ahora estás a salvo.
Max se sintió culpable mientras decía esas palabras, sabiendo que estaba tejiendo una mentira que podría destruir a Sergio si alguna vez la verdad salía a la luz. Pero en ese momento, lo que importaba era mantener a Sergio a su lado y asegurarse de que no recordara nada que pudiera separarlos.
Después de un tiempo, decidieron llevar a Sergio a su nuevo hogar, una mansión más grande y lujosa que la anterior. Era un lugar que Max había elegido cuidadosamente, uno donde podía mantener a Sergio alejado de cualquier recuerdo doloroso.
Cuando llegaron, Max se aseguró de que todo estuviera perfectamente arreglado. Había decorado la casa con fotos de ellos dos, momentos felices que había recopilado a lo largo de los años. Al entrar, la mirada de Sergio se iluminó, pero la confusión seguía presente.
—Es... hermoso —dijo Sergio, su voz llena de asombro mientras miraba a su alrededor.
—Todo esto es para ti. Quiero que te sientas en casa, que podamos ser felices juntos de nuevo —dijo Max, sintiendo cómo el peso de la culpa se desvanecía un poco mientras miraba a su esposo—Aquí vamos a construir nuestro futuro.
A medida que pasaban los días, Max se dedicó a cuidar de Sergio, manteniéndolo alejado de cualquier cosa que pudiera recordarle su pasado. Se aseguraba de que estuviera bien alimentado, entretenido y sobre todo, protegido.
Pero en el fondo de su mente, Max sabía que la sombra de sus acciones seguía acechando y que el tiempo corría. La pregunta de cuánto tiempo podría mantener a Sergio en la oscuridad, pero mientras Sergio estuviera a su lado, él haría cualquier cosa para protegerlo.
El nuevo hogar se convirtió en un refugio, y Max se dedicó a reconstruir la vida que habían compartido, pero esta vez, sin los riesgos del pasado. Había ganado esta batalla. Mientras Sergio sonreía y reía a su lado, Max se aferraba a la idea de que quizás, solo quizás, podría tener un nuevo comienzo, una vida sin remordimientos ni sombras.
Pero en su corazón, sabía que todo podía desmoronarse en cualquier momento, y la oscuridad nunca estaba demasiado lejos.
Ay Max 😞
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Amanecer en la Oscuridad | Chestappen |
Fiksi PenggemarSergio Pérez y Max Verstappen parecen tenerlo todo: éxito, riqueza y un matrimonio perfecto. Pero cuando Max revela su lado oscuro, Sergio se ve atrapado en una espiral de dolor y desconfianza. Entra en escena Lewis Hamilton, el enemigo jurado de Ma...