Xenofilia

Melissa parte 1

Esto es parte de un proyecto para retocar y publicar una serie de trabajos más antiguos que había hecho en el pasado, colocándolos en Literotica. Hay bastantes partes, por lo que parecerán repetitivas a medida que se actualicen más, y dado que no se están revisando por completo, mostrarán su antigüedad. También habrá algún contenido cuestionable, y debido a dicha edad, puede ser presentado de la manera más agradable al paladar, tanto como pude haber creído que lo hice hace esos años. Por favor tenga esto en cuenta.

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Melissa golpeó el suelo enrejado, jadeando mientras se esforzaba más que nunca. En retrospectiva, dar un giro en este túnel de mantenimiento podría haber sido una mala idea, pero no podía detenerse. Si lo hubiera hecho, esas... cosas, seguro que la habrían atrapado.

El vapor siseó por encima de ella, una válvula de presión liberó algunos gases de escape reprimidos. Las tuberías que cubrían las paredes, el techo y pasaban por debajo de la rejilla que servía de piso para la plomería y la calefacción, junto con varios conductos para la transferencia de energía, así como refrigerante líquido para mantener algunas de las máquinas en Victor's Post, como la instalación de terraformación -- de derretirse.

Pero nada de eso importaba ahora. Durante varias semanas, la gente había estado desapareciendo, una por una, luego varias por varias, hasta que desaparecieron por docenas, y luego... lo que sea que los estaba llevando decidió que no necesitaban ser tan discretos, y aunque mantuvieron su enfoque sigiloso, no les importaba tanto arrebatar a la gente a plena luz del día, con numerosos testigos. Así que todo se volvió un caos.

La gente fue dispersada, capturada rápidamente, arrastrada a Dios sabe dónde, pateando y gritando, y luego silenciada. La gente trató de agruparse, los pocos que quedaron, otros perdieron la cabeza y arremetieron contra cualquiera con paranoia y miedo. Pero eso no detuvo a las criaturas. Estaban en todas partes, y peor aún, podían esconderse en cualquier lugar. Lo único que uno podía hacer era seguir moviéndose. Si te detuvieras, intentaras atrincherarte en algún lugar y resistieras, te atraparían. Encontrarían una forma de entrar y te atraparían. Si te mantuvieras en movimiento y vigilante... bueno, tal vez no te atraparían.

Pero no había ningún otro lugar a donde ir en esta roca. El planeta no tenía ninguna otra instalación en cientos de millas más allá de las estaciones de monitoreo distantes y aisladas que estaban automatizadas, solo ocupadas por personal de mantenimiento programado que apenas permanecía allí por mucho tiempo. Ningún lugar era realmente seguro, por lo que, en la mente de Melissa, la única opción era seguir moviéndose, hasta que llegara el próximo barco de suministro programado... y entonces ella saldría corriendo y le rogaría a la tripulación de dicho barco que se fuera., vete y no vuelvas.

Hizo una mueca, sintiendo que una punzada de culpa la invadía; ella sabía que era egoísta, incorrecto, dejar atrás a cualquiera de los otros sobrevivientes, pero ¿qué otra opción tenía? Si no llegaban a la nave, la espera significaría el fin de todos, las criaturas seguramente la invadirían en unos momentos. Eran veloces, y así de ágiles, capaces de aparecer cuando menos te los esperas. E incluso entonces, no los viste bien; Melissa solo había visto vagas formas humanoides negras, altas y desgarbadas con cabezas alargadas y colas muy largas. Los había visto usar sus colas para arrebatar personas, envolviendo los apéndices prensiles y quitinosos alrededor de sus víctimas y arrastrándolas hacia las sombras, los cortes de energía que sin duda causaron les dieron más oscuridad para esconderse.

Melissa entonces patinó hasta detenerse, casi cayendo hacia adelante; frente a ella, uno de los paneles de rejilla parecía haberse derretido, y debajo, un pozo de mantenimiento vertical. Había varios túneles como esos que se bifurcaban de estos pasajes de mantenimiento, los tubos que corrían debajo del piso a menudo caían en estos pozos a estructuras subterráneas generalmente destinadas a regular el sistema de conductos y tuberías. Normalmente, los trabajadores quitarían los paneles para llegar a las tuberías con fugas o acceder a estos pozos verticales... pero Melissa sabía que ningún ser humano había derretido la rejilla frente a ella.