Prólogo.

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"No arruines mi ritmo."

De ahí, Jaekyung miró la hora. Se levantó de su cama y se puso su uniforme. Con frecuencia sus notas bajaban y subían. Sin embargo, ver a aquel chico bonito del salón inferior le hacía sentirse bien.

Su juventud solo pensaba en cuerpos.

Era común en aquellos tiempos. O etapas...

"Tú eres mi melodía."

Dan de igual manera se levantó. Triste y solo. Aunque vivía con su abuela, se sentía mal de si mismo por no hacer nada por ella.

Se puso su uniforme y limpio con una ropa vieja sus zapatos. Deseaba llorar, pero no era el momento indicado.

Se sentía una carga para su abuela.

Solo por ella seguía con vida. Y su abuela sobrevivía para tener a Dan contento.

- Adiós abuela.

Dijo sin más.

"Te extraño."

Jaekyung caminaba con su gesto arrogante de siempre. Odiaba sonreír para las personas o saludarlas. Sentía que sus padres eran una molestia en su vida. Miraba los árboles de cerezo y las contempló.

No era la primera vez, que lo hacía.

Sin embargo, era su época favorita del año.

- Patético.

Dijo seco, ya había llegado a su destino.

Un chico de casi 1.59 chocó con él. Aquel chico de pelo castaño y poco oscuro se disculpó. A diferencia de Jaekyung no.

Todo comenzaba a enojarlo fácilmente.

Y entonces ahí comenzó y fluyó su gran frase.

"Sin embargo, nuestro amor no fluyó."

Jaekyung no se detendrá hasta obtener lo que quiere más.

Su cuerpo.

Sin embargo, Dan tomará en cuenta respetarse a si mismo y no como una persona idiota.

Ja, gran frase abuela.

Nuevamente con otra historia. Lo necesitaba literalmente.

Actualizaciones: aún no se sabe.

O cuando pueda.

Posiblemente Omegaverse.

286 palabras.

PRÓXIMAMENTE.

No arruines mi ritmo.     | Jinx Omegaverse. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora