¿Y si tu artista favorito se cruzara frente a tí un día totalmente al azar? A nadie le pasó eso, a Edgar sí; y no sabe ni cómo ni cuando sucedió tal cosa, que cambiaría su adolescencia para siempre. Solo sabe que sus emociones van más allá del arte...
Estaba esperando este momento, hasta que llegó. No pudo decir nada más luego del "te amo" que habÃa confesado anteriormente, estaba esperando una reacción por parte de Edgar, pero el pelinegro solo se quedó callado mientras su boca se abrÃa lentamente con un semblante atónito, y muy desconcertado.
Draco procedió a quitarse el casco, por si iba a pasar lo obvio, dejándolo en el pasto iluminado de naranja por el fuego de aquella fogata que parecÃa encenderse cada vez más.
Los ojos de Edgar se tornaron cristalinos como si un mar de lágrimas quisiera derramar. Pero no era un llanto de tristeza, era un llanto de emoción y alegrÃa por lo que el amor de su vida le declaró.
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Su mano derecha gritaba tocarle los glúteos, pero mucho antes de eso, lo apretó suavemente para juntar sus labios en un beso muy delicado por parte del rockero.
La naturaleza de un beso le decÃa que debÃa cerrar los ojos, pero su impulso aclamaba que los abriera, y lo hizo mientras el beso transcurrÃa. Pero habÃa algo que le llamó mucho la atención, y era que Edgar cerró los ojos con un notorio sonrojado, como si hubiese esperado ese beso de por vida.
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