Capítulo 7

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"Aveces los errores que cometemos no suelen ser tan malos"

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"Aveces los errores que cometemos no suelen ser tan malos"

Mantiene su mirada burlona sobre mi al ver mi cara de impacto. Llevo mis manos a mi cabeza tras otra retoque de tambor que siento en ella, el estómago se me revuelve mientras pienso en todo lo que hice y...

¡Sabrina!

Llevo la mano a mi boca mientras mis ojos se abren como platos.

¡La dejé tirada por venir con este tío!

Vuelvo la mirada hacia él, se limita a encogerse de hombros en un gesto despreocupado y me doy cuenta de otro pequeño detalle, bajo la mirada recorriendo mi cuerpo semidesnudo cubierto por una toalla que a duras penas se sostenía.

¿Mi día puede ir peor?

Luego llamo a Sabrina ahora resolvere el problema que tengo enfrente.

-No te lo voy a repetir, sal de mi cuarto-

-No quiero, tú no me das órdenes princesita-

-Puedes pasaerte por toda la casa si te place, pero por mi cuarto que ni se te ocurra volver a poner un pie en él-

Deja escapar un suspiro profundo seguido de una risita.-Ya deja de quejarte y ponte algo de ropa. No es que me moleste verte así solo que creo que no deberias andar así delante de otros.- Guiña un ojo

Siento mis mejillas arder, no se si por el enfado o por la vergüenza.

-Cuando termines de vestirte baja, te estaré esperando en la cosina- Dicho eso de da media vuelta sin darme la oportunidad de responder y sale de mi cuarto.

-Jilipollas- mascullo entre dientes.

No pienso salir hoy, tengo suficiente jaqueca para una semana y tengo que recomponerme porque mañana tengo clases. Tomo lo primero que veo una camiseta negra tres tallas más grande que la que yo uso y unos shorts mezclilla. No me molesto en recogerme el cabello, aún está algo húmedo por la ducha y no tengo ánimos para sacarlo así que dejó mis greñas sueltas a que las seque el viento.

Salgo de mi habitación, la casa se ve desolada la mayoría de los empleados tienen el día libre hoy, solo quedan los indispensables y nana que vive aquí. Martha y mi padre se fueron de luna de miel y sabrá cuanto tardarán por lo tanto solo somos yo y Brayan en la casa sin contar los de servicio.

Ese pensamiento me hace detener un momento, siento que algo me sube y me baja en ese instante al pensar que estoy sola con él. Vuelvo a retomar el camino intentando sacarme ese pensamiento de la cabeza y bajo las escaleras casi que corriendo.

A través de tú reflejo [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora