A través de tú reflejo [Borrador]

Capítulo 3

Una estrella que brilla con su propia luz ningún cometa nunca se la podrá opacar, sin importar que tanta luz irradie.

Me levanté más temprano que de costumbre me di una ducha, me aliste y salí de mi habitación casi que corriendo para no tener que toparmelo, por suerte lo logré, seguro y estaba dormido el muy perezoso.
Al llegar al café ahí estaba Sabrina recostada a la barra de la recepción coqueteando con el encargado.

—Llegaste temprano, no me lo esperaba— me habla instantáneamente cuando me ve entrar—Me dejaste muy intrigada tienes que contarme todo lo que te ha ocurrido, con lujo y detalle —se aferra a mi brazo guiandome hacia una mesa-

—No hay mucho que contar, aparte del hecho de que ahora vivo bajo el mismo techo que él chico se se a empeñado en joderme desde que llegue a Baccalauréat

—Pero como sucedió todo, explicate

Me encargue de contarle cada detalle asta el más mínimo de lo que había sucedido.

—En este momento tu vida parece una de esas comedias románticas, lo que falta ahora es que se enamoren perdidamente—se recuesta al respaldo de la silla

—Tómate algo encerio por una vez, mira como estoy, encerrada en mi cuarto todo el día por miedo a salir y encontrame con él

—Pero ¿A que le tienes tanto miedo?, aparte de molestarte un poco no te a hecho nada más... —Se queda en silencio unos segundos mientras en su rostro se dibuja una sonrisa maliciosa y ya puedo imaginar sus próximas palabras— Tal vez... su problema es que le gustas

—Sabrina... —me masajeo él puente de la nariz— ¿En que demonios estás pensando?, eso no tiene sentido, su único objetivo es joderme la vida y al paso que va ya puedo decir que lo está logrando

—Nunca digas nunca, todo puede pasar, pero piénsalo siempre te molesta bromeando el plan que quiere salir contigo o con siertos acercamientos... "Muy cercanos"—dibuja comillas en él aire—estoy casí segura que lo traes loquito.

—Ya callate por favor, nisiquiera le conoces y ya sacas conclusiones. El problema con el es que tiene a todas las chicas a su merced y yo no soy todas, y sabés que lo menos que quiero ahora es enrrollarme con un tío de esos—resoplo exasperada

—Vale, vale ya cálmate te entendí, siempre tan malhumorada, no se que vió ese Brayan en tí

—Sabrina

—Ya está bien, por cierto...¿miraste el blog de la escuela?

—No ¿porqué?— le miro algo confundida mientras saco el celular