Diablo y Mundano

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-Bien cariño, ya que este tipo no te volverá a acosar, Puedes decirme ¿El por que este tipo te molestaba?.- El Diablo se giró para sonreírle.

-E..él m..me a..acosaba de..desde que e..estaba e..en l..la p..primaria.- El niño hablo entrcortadamente.

Vaya.. y la escoria soy yo.
Ja que irónico.

-Era una completa basura y ¿Y dime niño, jamás pensaste en decirle a tus padres?.r

-Ellos casi no me hacen caso o bueno solo mi madre es la única que me hace caso y me consiente, pero mi padre es un caso aparte, ¿Sabes? ellos son muy religiosos y pues yo con mi estilo.. creen que soy la oveja negra que soy satánico y todo eso.- De pronto el niño se dio cuenta que se encontraba contando le todo al ente, como si se conocieran de toda la vida, el niño se sonrojo furiosamente y a parto la vista tímidamente.

El diablo sonrió de lado por las reacciones del mundano.

-Oh.. ¿entonces piensan que por qué te vistes como todo un rockero eres di mi clan?.- El niño parpadeo con confusión.

-¿E..eres s..satánico?.- Pregunto un tanto asustado el niño. El niño pregunto eso ya que no creía toda la mierda que era el Diablo.

El diablo lo miro con el ceño fruncido, pero entonces el día lo pudo comprender y entonces se percato del miedo del mundano.- No. yo soy como tú.

-¿Como yo?.

-Si, vengo de padres religiosos y toda esa mierda.- El niño se sorprendió por esa palabrota.

-Ohh.. dijiste una mala palabra.

-¿Qué?, ¿tú no las dices?.- Pregunto y el niño negó.

-No, mis padres podrían matarme si digo eso.

-Uhm, bien niño es hora de volver a casa, ya es demasiado tarde.- El Diablo miro su reloj y apuntaban las 8 de la noche.

-Bien adiós.- Alzó la mano y se despidio del hombre.- Muchas gracias y que tengas una linda noche.- Y antes de girarse y emprender viaje y el niño se puso de puntitas y le dio un beso en la mejilla, Tom quedó perplejo por eso.

El niño se giró y emprendió su camino, el Diablo lo quedo viendo por un buen tiempo pero después decidido desaparecer, cuando el niño quiso voltear haber al ente este ya se había marchado, el niño suspiro con sus mejillas sonrojadas.

En todo el camino el niño sentía un malestar mismo malestar que sintió cuando el Diablo estuvo cerca de él, y es que así era Tom lo estaba vigilando, desde cerca, cada paso que daba el Diablo hacia lo mismo. Hasta que llegaron a una casa un tanto hogareña, era de madera rustica, tenía sus toques como los de una cabaña y de ahí salía un mujer.

Cuya mujer esperaba a su hijo un tanto preocupada.- Oh cariño ¿donde estabas, nos tenias preocupados?.- Exclamó la mujer, y era como dijo el niño, esa mujer era la única que se preocupaba por él, podía sentir su emociones pero ninguna mostraban negatividad hacia su hijo.

-Oh mami, me perdí por el camino, sabes que esto es muy nuevo para mi.

-Si lo se cariño, por eso te dije que te iba acompañar yo.

-No, mami ya estoy demasiado grande para que mi madre vaya a todos lados conmigo.

-Tú siempre serás mi bebé, así cumplas 70 años.- Respondió su madre mientras lo envolvía en un cálido y reconfortante abrazo, haciéndole olvidar el mal rato.

-Oh mami te quiero mucho.

-Y yo más cariño, ahora ve a dentro que tengo tu comida favorita.

-Bien, solo necesito bañarme y cambiarme.- Simone asintió, después se hizo a un lado para darle pasada a su hijo.

El Diablo quería ver más, ese niño tenía algo hipnotizante, ya sentía que de algún lado lo había visto, su alma emanaba tanta pureza, pero había lago más fuerte y sentía una gran conexión con esta.
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¿Será que por esto vino a parar en el mundo terrestre?.

¿Será que esta era la razón por haber dejado el infierno en manos desconocidas?.

¿Esta cosa que sentía era lo que los mundanos y su padre sentían?.

¿Esto era acaso....?

LuciferDonde viven las historias. Descúbrelo ahora