-Chicos vengan a ver esto.- Un rubio risado llamo a los chicos.
-¿Que pasa Kenai?.- Pregunto Charlie.
-¡Vengan!.- Volvió a insistir.
Bill y Charlie suspiraron, para luego levantarse de la banqueta en donde estaban e ir al pasto donde su amigo ya hacía sentado con una clase de tabla.
-¿Acaso esa es la ¿Ouija?.- Pregunto asombrado el castaño.
-Si, ¿no te parece linda?, hace rato la tenía pero no podia usarla ya que necesito un grupo de personas para poder jugar.- Se encogió de hombros pero luego sonrió en grande, sus amigos lo supieron.- ¿Quieren jugar conmigo?.
Sus amigos negaron de inmediato.- No, no.- Respondieron al unísono.
-No es como si pudieran ver al Diablo y eso.- Dijo su amigo con notable aburrimiento.
De pronto el menor del trio sintió un casi no reconocible malestar en su pancita, el mismo que había sentido con el diablo..
-Bien, me uno.- Hablo Bill, los ojos verdosos de Kenai brillaron con entusiasmo.
-¡Esa es la actitud!.- Dijo Kenai, el cual se levantó para darle un fuerte abrazo a su amigo y un beso muy meloso en el cachete, para Bill era normal esos ataques en su amigo.
Pero había algo o más bien alguien al cual esa acción no le gusto para nada.
Ese alguien, sintio una punzada algo extraña en su sistema.
-Bien como Bill se une yo también.- Hablo Charlie encogiéndose de hombros.
-¡Eso es!.- Respondió Kenai, pero no hizo lo mismo que hizo con su otro amigo.
Los tres chicos se pusieron a "jugar", ese juego no tan inocente, con la vista del Diablo puesta en el niño del medio.
.
.
.-¡Mamá ya he venido!.
No había nadie pero había un malestar presente, muy muy presente y eso le ponía los pelos de puntas.
El niño rápidamente se dirigió a su cuarto, bajo unas cuantas escaleras que dirigía a la parte del sótano, pero antes de llegar por completo había una puerta entre medio y ahí era la habitación del niño, se metió rápidamente para poder darse una ducha, pero recordó también algo que él había hecho antes pero no le resultó para nada quería volver a intentarlo.
Busco entre su gabinete y hallo la navaja que mantenía escondía con su vida, fue hasta la cama donde se hallaba su mochila y de ahí saco una hoja cincelado con palabras un tanto desconocidas.
-Bien.- Suspiro.- Hagámoslo.
El malestar ya no estaba, pero podía decir que era muy diferente al que había sentido cuando estaba junto al Diablo.
El niño comenzó a recitar el ritual con papel en mano y unas cuantas velas dando la imagen de estar entre medio del círculo.
Cuando iba por la mitad de este pincho su dedo y marco con su dedo herido la hoja, siguió, se sentía cansado pero tenia que continuar y al finalizar se cortó la palma de su mano rápidamente comenzó a sangrar dejando caer está en el papel y agarro el papel y lo quemó con la vela encendida, se levantó del suelo y fue directo al gabinete para poder guardar la navaja pero en eso sintió una fuerza desconocida que lo mando directo al suelo, golpeó su cabeza en la mesa que tenia para hacer sus deberes y quedó completamente inconsciente, con una opresión en su pecho.
Pestillo en puerta y digamos que está no la había puesto el niño.
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Lucifer
ParanormalSoy Tom, solo Tom. Soy el dueño del inframundo, de todo el maldito infierno pero ahora me encuentro de vacaciones en la ciudad de Nueva York, mi padre, el señor de todo está molestó conmigo, por qué he abandonado el infierno, pero no es así, yo no h...