VEINTE

415 56 26
                                    

Huelo los nachos: queso quemado, tibio y ahumado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Huelo los nachos: queso quemado, tibio y ahumado. Sin embargo, no hay nadie alrededor de la bandeja. La gente se dirige hacia el estudio, donde parece que está sucediendo algo más interesante. Entonces lo veo: Shion sostiene una botella vacía de tequila con una sonrisa perversa en el rostro.

—¿Quién quiere jugar a la botella? —pregunta, sacudiendo el envase de un lado a otro, burlándose de nosotros.

—Vamos, Shion, que ya no estamos en el primer año de la escuela —dice Sāra—. No necesitamos jugar a eso para besarnos.

A continuación, se estira el bajo de la camiseta y los pechos están a punto de salírsele por el escote.

—Quizá tú no necesites un juego para besarte con alguien, pero no todos tenemos el mismo... talento. — Shion levanta una ceja y se aleja de Sāra, dejando la botella en el suelo—. ¡Vamos, vengan todos!

—¡Claro que me apunto!

Sasori baja las escaleras y entra en la habitación gritando. Lleva una cerveza en la mano y se le derrama un poco. Veo a Shizuka, que se desliza escaleras abajo tras él. Un grupo de chicos llega desde el garaje, abandonando su juego de beer pong

Hotaru e Ino, que estaban en una esquina susurrándose secretos al oído, asienten con un gesto y se unen. A mis espaldas, oigo un ruido y veo que Amaru y Naruto llegan del porche trasero. La cerveza gotea de su cabello.

Para mí, es como mi peor pesadilla. No quiero besar a nadie de la escuela y, por descontado, no quiero ver cómo la botella gira desde Naruto a cualquiera de las chicas con las que ha tenido o tiene algo. ¿Cuál sería peor? ¿Amaru? ¿Hotaru? ¿Shion?

Sakura aparece a mi espalda y me pasa un brazo por encima del hombro.

—Tu juego favorito, ¿eh?

Se aparta y me saca la lengua para demostrarme que está bromeando. Debe de haber dejado de beber, porque parece mucho más serena, con las mejillas menos sonrosadas, que la última vez que la vi.

O quizá hayamos cambiado los papeles. Quizá ahora sea yo quien está borracha. Trato de reírme de su chiste, pero lo único que consigo es marearme. La estancia se vuelve borrosa y muevo la cabeza, tratando de expulsar el tequila de mi cuerpo.

—Creo que yo paso —digo, intentando abandonar el círculo.

—Ah, estás aquí —dice Naruto, acercándose. Me roza el brazo con el suyo, todavía húmedo por la cerveza que le ha tirado Amaru. Me aparto un poco para evitar el contacto—. Te estaba buscando.

Está sonriendo, y me revienta porque sé que es mentira. ¿Me estaba buscando cuando tenía a Shion en su regazo? ¿Cuándo Amaru coqueteaba con él en el porche trasero? Es una de sus frases típicas, una que siempre utiliza con las chicas en las fiestas, y ahora lo hace conmigo. Por respuesta, le vuelvo la cara.

La Primera VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora