Final

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Tu víctima
no sabe de tus hazañas,
de tus allanamientos de morada,
de tus asaltos con mano armada,
de tus joyas saqueadas...

Ella no sabe nada,
yo lo sé todo,
la manera en la que aparecías
en mi casa
y arrasabas,
a veces solo hurtando
dejando los guantes de látex
derritiéndose en el horno,
otras amenazándome
no con la cubertería
ni con una pistola
sino con los pétalos de rosa
que cubrían tu boca.

No pienso ser una cómplice,
menos una testigo,
no quiero tener nada que ver
contigo,
porque durante mucho tiempo
escarbaste en mi hogar
socavando pruebas,
borrándolas
y depositando rancios besos
en mis indultos lánguidos.

Estuve expuesta
a la luz ultravioleta,
sabía que me destrozaría
y aún así
decidí quedarme,
porque si apagaba el sol
con mis dedos,
si soplaba
y me esfumaba
mi mundo
dejaría de girar.

O eso creía...

— Janny.

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