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Shadow:voy a ser cuidadoso, pero necesito que te quedes quieto.

Sonic:tengo miedo.

Shadow:te estoy diciendo que te quedes quieto.

El azabache subió con cuidado al árbol y se aferró a la rama grande. El cobalto había tenido la "maravillosa" idea de subir al árbol para una foto "aesthetic" cuya cosa resultó un desastre y ahora estaba colgando de la rama.

Shadow:dame la mano.

Sonic:me voy a caer.

Shadow:no, dame la mano.

El cobalto estiró su mano para poder agarrar la del azabache y lo logró. Con un poco de fuerza, Shadow logró atraer al cobalto a su cuerpo y ayudarlo a subir a la rama del árbol.

Shadow:ya estás a salvo –. Murmuró teniendo al cobalto sentado en sus piernas.

Sonic:gracias –. Dijo pasando sus manos alrededor del cuello del azabache–. Me salvaste la vida.

Shadow:tampoco hay que exagerar –. Contestó poniendo sus manos en la cintura del menor.

Sonic:posiblemente hubiera muerto –. Continuó el cobalto ahora en un tono más dramático.

Shadow:ya basta.

Sonic:me hubiera caído, y hubiera muerto.

Shadow:¿Sabes qué? Mejor bajemos del árbol antes de que continúes con tus locuras.

Sonic:pero me gusta estar así.

Ambos se miraron sonrojándose. El cobalto bajó sus manos a sus piernas y miró hacia abajo.

Sonic:n-no es lo que...

Shadow:quedémonos así entonces.

El azulado lo miró a los ojos un momento. Los ojos rubí brillaban con una luz que jamás había visto en su vida. Eran tan brillantes, y tan profundos.

Con lentitud llevó sus manos nuevamente alrededor del cuello del azabache y se quedó así, sintiendo las manos del moreno en sus cintura y su mirada rubí sobre sus hermosas esmeraldas.

Y por un momento, el mundo se esfumó dejando un ambiente silencioso, con el deseo de poder probar esos labios que rogaban poder unirse, para siempre.

[•🏠•]

Era una lastima saber, que no todo dura para siempre. Y ahora, estar en esa estación de tren, dónde uno de esos trenes se llevaría a la persona que le importaba a un horrible lugar, le rompía el corazón.

Habían más personas despidiendo a los militares, familiares y amigos.

Rouge estaba aprovechando los últimos minutos mimoseando a su pareja.

Pero ellos eran diferentes, no eran pareja, y se mentían a si mismos diciendo que eran amigos, sabiendo que dentro de su interior se amaban mutuamente. Pero ninguno tenía la valentía suficiente para declara algo tan hermoso.

Sonic:Rouge ya me enseñó como debo enviar las cartas así que... –. El nudo en su garganta era tedioso y doloroso, sentía sus ojos llenarse de lágrimas mientras sus manos se presionaban con fuerza en completo nerviosismo.

Shadow:lo sé, ya me lo dijo –. Contestó acariciando suavemente la mejilla del menor.

Sonic:¿De verdad tienes que ir? –. Preguntó dando un paso hacia el azabache.

Shadow:si... –. Suspiró–. Es importante.

Las orejas del cobalto bajaron ligeramente y agarró la mano con la que el azabache acariciaba su mejilla.

Sonic:no quiero que te vayas... –. Susurró débilmente.

Shadow:voy a volver –. Aseguró acercándose más.

Sus respiraciones se mezclaron por la cercanía. Sus ojos se encontraron pero no de la forma que ellos querían. Y al mirarse, comenzaron a cristalizarse. Rogando en su interior jamás alejarse uno del otro.

Sonic:¿Prometes que volverás?

Shadow:lo prometo, si tú me prometes algo a mí.

Sonic:¿Qué cosa?

Shadow:si algo me pasa –. Sonrió levemente–. No quiero que vuelvas a la oscuridad. Quiero que mantengas las ventas abiertas dejando que la luz entre, no quiero que llores, quiero que seas fuerte. Pase lo que pase, yo siempre estaré contigo, ¿Lo prometes?

Sonic:l-lo prometo –. Susurró dejando salir suaves lágrimas que resbalaban en sus mejillas rositas.

El dedo pulgar del azabache secó una de sus lágrimas y volvieron a mirarse a los ojos. Sus labios a solo poco roces de tocarse, el azabache bajó su mirada a los labios del cobalto y luego volvió a sus ojos.

Shadow:¿No vas a besarme?

Sonic:no quiero que sea la primera y la última vez...

Eso le rompió el corazón. Los ojos rubí del azabache se cristalizaron sin soportar más y besó la frente del cobalto.

Shadow:voy a volver –. Musitó con lentitud, unió su frente con la del cobalto y le acarició por última vez la mejilla–. Y no será la última vez que te bese.

El tren dio un pitido y todos los demás militares comenzaron a subir al tren. El echidna se quedó en la puerta para subir y observó al azabache con el cobalto.

El azabache se alejó con lentitud del cobalto y agarró una mochila que él había traído. Se la colocó al hombro y soltó la mano del cobalto.

Shadow:hasta pronto, preciosura –. Saludó de forma melancólica con una sonrisa triste.

Sonic:hasta pronto, Shad's.

La albina se acercó al cobalto apoyando su mano en la espalda del azulado y ambos vieron al azabache y al echidna subir al tren.
El tren comenzó a avanzar y a marcharse cada vez más.

El cobalto sintió un vacío en su pecho, y vio el tren desaparecer de su vista.

Sonic:voy a esperarte, Shad's.

¡Por la Ventana Imbécil! ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora