Sueño Adolescente - Goyuu

22 | Aguas termales

Después de esquiar, era casi el atardecer. Yuuji no había visto una puesta de sol tan impresionante en toda su vida. En lo alto de una de las muchas montañas del monte Fuji, podía ver cómo las nubes se separaban lo justo para mostrar la brillante puesta de sol.

Con Satoru a su lado, se preguntaba qué había hecho para merecer una vida tan maravillosa.

Cuando Yuuji pensó que la cosa no podría ser mejor, Satoru le dijo que aún tenían que ir a una barbacoa.

"Espera, ¡¿de verdad?!" gritó Yuuji emocionado mientras daba patadas con las piernas en el telesilla.

Satoru se rió de su entusiasmo. "¿No has leído el itinerario?".

Yuuji negó con la cabeza. "Supongo que no", dijo. "Estaba tan preocupado con los preparativos que debo haber ignorado el itinerario real".

"¿Ah?" cantó Satoru mientras lanzaba una mirada burlona a Yuuji. "¿Preparándote? Me pregunto para qué". Movió las cejas.

Yuuji se burló mientras golpeaba juguetonamente el hombro de Satoru. "Eres un pervertido".

"¡Vamos, no seas así!" suplicó Satoru. "¡Es mi cumpleaños!"

"No hasta dentro de veinticuatro horas", señaló Yuuji.

Satoru se rió. "Me parece justo", dijo simplemente. "Así que, si no leíste el itinerario, ¿no sabes lo de las aguas termales más tarde?".

Yuuji se sonrojó.

"¿Las qué?"

Yuuji no debería haberse sorprendido. Cuando llegaron por primera vez, no puede decir que no se dio cuenta de la fuente termal. Tampoco puede negar que no se imaginaba a Satoru en las aguas termales con él.

Así que tal vez Yuuji era el verdadero pervertido entre ellos.

Sin embargo, la idea de Satoru en las aguas termales le mantuvo bastante entretenido durante la barbacoa.

"¿Estás bien, Yuuji?" preguntó Junpei mientras colocaba el dorso de su mano contra la frente de Yuuji. "Estás muy rojo. No me digas que te estás poniendo enfermo".

Yuuji dio un respingo. "Ah, no, no", gritó a la defensiva. "¡Estoy bien, Junpei! Gracias".

Sukuna, que estaba sentado a su lado, estudió a su hermano. "Mhm", dijo con escepticismo. "¿Seguro que no tienes fiebre?".

Satoru se sentó frente a Yuuji en un precioso kimono, uno que había traído expresamente para holgazanear por el resort. Y, vaya, dejaba que la mente de Yuuji divagara. Combinaba perfectamente con sus ojos. Brillante y azul, también ceñía su cintura en los lugares adecuados.

Yuuji no podía esperar a ver lo que había debajo. Estaba deseando ir a las aguas termales.

"Tienen razón, Yuuji", convino Satoru mientras se llevaba un trozo de carne a los labios. "Pareces bastante sonrojado, ¿eh?".

Yuuji observó tímidamente cómo Satoru sacaba la lengua para lamer la carne rosada. Se metió la carne en la boca lo suficiente para que la chupara. Yuuji sólo podía pensar en cómo se vería su boca en su polla.

Yuuji se movió incómodo en su silla.

"Estoy muy bien", insistió Yuuji.

Satoru se encogió de hombros antes de masticar finalmente su carne como una persona normal. "Debe de ser el cambio de temperatura".

"He oído que eso puede pasar", coincidió Geto a su lado. "Sé que un buen viaje a las aguas termales puede arreglarlo". Dio a Satoru una mirada sensual.