Sueño Adolescente - Goyuu

9 | Primera cita

Yuuji nunca había sido un amante de la moda. Lo más elegante que se vistió fue cuando fue al café con Gojo, y eso había sido una semana y media antes. La mayor parte del tiempo vestía con chándal.

Así que vestirse para ir a un restaurante de lujo era toda una hazaña. Intentaba encontrar algo decente. Se maldijo en silencio por no haber lavado la ropa.

"¿Hay alguna razón por la que lleves tres horas buscando en tu armario?" preguntó Junpei, con la ceja levantada en señal de sospecha.

Yuuji no le había contado a nadie lo que pasaba entre él y Gojo. Los únicos que más o menos lo sabían eran Kugisaki y Fushiguro, pero eso era sólo porque sospechaban (con razón y acierto). Junpei, sin embargo, no lo sabía.

"No me creerías si te lo dijera", murmuró Yuuji, rascándose el pelo con brusquedad.

Junpei se burló. "Pruébame".

"¿Recuerdas al tipo que mencioné antes?" preguntó Yuuji. "Cuando te pregunté cómo podía saber si le gustaba a alguien".

Los ojos de Junpei se abrieron de par en par. "¡No puede ser!", gritó. "Así que vas a tener una cita con él".

La cara de Yuuji se encendió. "¡¿Qué?!", gritó. "¡¿Quién dijo que era una cita?!"

"Llevas horas haciendo un lío en tu armario", gimió Junpei. "Claro que es una cita".

"B-Bueno, quiero decir, yo no lo llamaría necesariamente, quiero decir, una 'cita', de verdad", tartamudeó Yuuji. "Sólo vamos, ya sabes, a este restaurante de carnes de lujo y esas cosas, y no sé, tal vez no vayamos a su apartamento después".

Junpei se levantó de la silla. "¡¿QUÉ?!"

Yuuji saltó hacia atrás. "¡¿Qué?!"

"¿Me estás diciendo que eso no es una cita?", dijo Junpei. "Vas a ir a un restaurante y probablemente se te eche encima después, y me dices que no es una cita".

"¡No lo digas así!" Yuuji gritó, avergonzado más allá de la creencia.

"¡¿Me equivoco?!" Argumentó Junpei. "Vas a mirarme y a decirme que me equivoco".

Yuuji jugueteó nervioso con los pulgares. "Como que la cosa es que ni siquiera somos oficiales". Desvió la mirada. "Así que no sé exactamente cómo llamar a esto".

Podía oír a su compañero de cuarto poner los ojos en blanco.

"Bueno, ¿llegaré a saber quién es este hombre misterioso?". Junpei musitó. "La verdad es que se me da bastante bien saber si alguien siente algo por otra persona".

Yuuji podía decirle muchas cosas a Junpei. Incluso le diría que su corte de pelo le parecía estúpido. Pero nunca le diría a Junpei con quién estaba saliendo.

"Um", dijo Yuuji inteligentemente. "Quiere mantenerlo en secreto por ahora. Todavía estamos aclarando algunas cosas".

Bueno, no exactamente que quisieran mantenerlo en secreto, más bien que tenían que hacerlo.

Junpei rió secamente. "Supongo que está bien", suspiró. "Pero si necesitas ropa, busca en mi armario. Tengo un par de camisetas de mis conciertos sinfónicos".

A Yuuji se le iluminó la cara. "Eres mi salvavidas", vitoreó mientras se apresuraba hacia el armario del hombre. "¡Me acordaré de esto!"

"Ja", se rió Junpei una vez que volvió a su escritorio y reanudó su trabajo. "Si quieres mostrar tu gratitud, tráeme algunas sobras".

Yuuji se rió. Se alegraba de tener a Junpei en su vida. Un buen confidente y un amigo aún mejor.

El año anterior, Yuuji había vivido con su hermano gemelo, Sukuna. Y eso había sido... un error, por no decir otra cosa. En casa, Yuuji estaba bajo la protección de su abuelo. Todo lo que hacía Sukuna era controlado bajo la atenta mirada de su abuelo, así que rara vez se salía con la suya. ¿Pero en la universidad? Yuuji dormía con un ojo abierto.