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El sol entraba cálidamente por el gran ventanal. El lugar estaba en silencio y solo se oía la respiración del cobalto. Sus manos estaban apoyadas en la mesa mientras sus pies se balanceaban a pocos centímetros del suelo. Una sonrisa se formulaba en su rostro y se hacia más grande con cada palabra que leía de aquella carta recibida después de tres días.

¡Hola!. Ya hemos llegado.
Recibí tu carta perfectamente, espero que tú puedas recibir la mía también :)
A veces las cosas se complican cuando se tratan de cartas, da igual, gracias por haberme acompañado hasta la estación de tren, de verdad te extraño mucho.
Recuerda nuestra promesa, adiós preciosura.

Shadow.

Cerró la carta y sonrió aún más. Metió la carta en el sobre en donde la había recibido y la dejó pegada en la puerta del refrigerador. Agarró sus cosas y salió de su casa yendo al trabajo.

Cuando llegó al restaurante, vio a Melan y Will hablando, se acercó a ellos y fue al baño para vestirse.

Una vez que salió, la gente comenzó a llegar al lugar llenando el restaurante.
Iba a ser un día muy agotador. Muchas chicas intentaron coquetearle o conseguir su número, pero amablemente, él no acepta las invitaciones a cenar.

Mientras que se encargaba de estar en la recepción, vio a Jet entrar al lugar. La sonrisa del cobalto se borró al instante y miró al pajarraco acercarse a él.

Jet:hola Sonic, no sabía que trabajas aquí.

Sonic(lo dudo mucho)–. Hola Jet.

Jet:¿Podemos hablar? En privado.

Sonic:estoy trabajando y no tengo tiempo.

Jet:es que es importante.

Will:¿Algún problema? –. Preguntó acercándose mirando a ambos, pero más seriamente al verdoso.

Jet:por favor.

El cobalto puso los ojos en blanco y le pidió a Will que lo cubriera unos minutos. Salieron fuera del restaurante y el cobalto cruzó sus brazos mientras tenía a Jet frente a él.

Jet:gracias.

Sonic:tienes cinco minutos.

Jet:¿Qué, por qué solo eso?

Sonic:es más tiempo del que yo tarde en darme cuenta de que me engañabas –. Mencionó cruzando sus brazos.

El verdosos asintió lentamente y apoyó sus manos en su cadera. Un golpe directo al pecho y la dignidad.

Sonic:¿Y bien?

Jet:okey, tal vez yo no sea la persona correcta para decir esto.

Sonic:de hecho no eres la persona correcta para decir nada –. Contradijo el cobalto ahora más serio.

Jet:escucha, tu hermano salió del hospital, ya está mejor, supuse que debías saber porque...

Sonic:si, no hablo con Sonia, eso está claro –. Interrumpió resoplando–. ¿Eso es todo?

Jet:no, tu abuela y Espio están pensando en venir a visitarte, quizás en un par de años, todavía quieren que te adaptes a nuevos lugar.

Sonic:en primera, estoy bien adaptado gracias, y en segundo lugar, ¿Qué es lo que quieres realmente Jet?

Jet:de acuerdo, me atrapante, quiero una cita contigo.

Sonic:ese es un rotundo no.

Jet:¡Vamos!, se que la cague la última vez, pero he cambiado.

Sonic:todos dicen eso y no es cierto, ¿Quieres una cita? Busca a otra persona, porque conmigo se terminó el juego Jet, Game Over.

Jet:Sonic por favor.

Sonic:además, ya estoy esperando a alguien.

Jet:mm...

Sonic:adiós Jet.

Jet:si adiós.

El cobalto volvió a entrar al restaurante y suspiró. Se acercó al mostrador y Will le preguntó que había sucedido, el cobalto explicó todo y, curiosamente, Will le dio un método de defensa personal.

Obviamente la situación no era para exagerar ni tampoco para golpear a Jet, o quizás un poquito, pero era Sonic, si Jet intentaba hacerle algo, se las vería con su amigo el bate. Y Jet lo sabía, así que no le convenía mucho meterse con el cobalto.

[•🏠•]

Cuando volvió a su casa y se dio un baño merecido, fue a la cocina y preparó un sobre y una lapicera.
Se sentó a la mesa y agarró una hoja comenzando a escribir la carta para el azabache.

Con cada palabra que escribía sentía una alegría inmensa, y su sonrisa lo demostraba todo. Pero su corazón revoloteaba de alegría sabiendo que le estaba escribiendo al azabache.

Querido Shadow, lamento lo del "querido" fue muy formal, como sea, espero que te encuentres bien. Yo igual te extraño mucho. Es curioso como el silencio reina todos los días sin tí, algo le hiciste a mi casa que también te extraña. Da igual, cuídate mucho, tú también recuerda nuestra promesa.

Sonic.

Cuando se sintió satisfecho de lo que había escrito, puso el papel en el sobre y lo cerró. Mañana le llevaría la carta al cartero y luego llegaría con el azabache. Para terminar, le plantó un suave beso a la carta y sonrió.

Sonic:te extraño Shad's.

¡Por la Ventana Imbécil! ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora