Ya había pasado tiempo desde aquella noche. Estaba triste y solo. Ahuadi se había peleado con Kyle, incluso fue exiliado de las tierras del reino. Scar adoraba jugar y pasar el tiempo con el, y, desde aquel entonces, Ahuadi pasaba más tiempo con Mufasa y había olvidado lo que pasó con su cachorro, Scar. Mufasa estaba con el rey. Sarafina y Sarabi estaban siendo “Entrenadas” para ser reinas.
El cachorro de león estaba sentado en una piedra no muy lejos de la roca del rey. El pobre cachorro tenía que digerir todo lo que había pasado.
- Hola -. Una voz, nada familiar lo saludo desde su espalda. Miró atrás y vió una leona. Esta tenía una línea en la cabeza como Uru, era de un color “Extraño”, ojos amarillos e iris rojo. Estaba sonriendo y se veía muy amistosa.
- ¿Eh? ¿Qué? -. Scar sacó un poco las garras por su inseguridad, estaba algo nervioso, ningún animal lo molestaba, muchos pensaban que estaba muy mal visto.
- Soy Zira -. Dijo la leona. Miró su pata que estaba arriba y se rió un poco -. Tranquilo, no soy una asesina. Soy una leona que busca hacer amigos... ¿Y tu eres?
Scar frunció el seño y dijo: - ¿No me conoces? ¿Que no sabes quién soy?
- Pues... Resulta que no soy una adivina, y eso aclara que no conozco cada animal que me topo por enfrente o al que le quiero hablar. Eres uno de los muy pocos leones a los que les hablo, así que te conozco ni se tu nombre. Tienes suerte de que te hable, y, por lo visto estás solo en esta piedra disfrutando del pasado o de tu futuro. Entonces. Vuelvo a preguntarte ¿Y tu eres?
- Soy el príncipe de estas tierras, hijo de el rey Ahuadi y la reina Uru. Mi nombre es Scar.
- Pues. Un gran gusto en conocerte príncipe -. Hizo una pausa y luego continúo -. No eres como lo esperaba.
El príncipe arqueó una ceja y preguntó:
- ¿A qué te refieres, Zira?
- Pues, yo estereotipaba a un príncipe muy fino, con leones a su alrededor como escolta, todo el tiempo con caras de ser uno mamo... Digo... Caras que el mundo no los merece. Y eran leones blancos. Pero veo que mis ilusiones fueron destruidas.
El príncipe se rió de lo que le había dicho su nueva amiga. Scar se le pareció algo extraño que estuviera sola. Decidió preguntar:
- ¿Dónde está tu manada? ¿De dónde vienes? Todas las manadas que he visto...
Zira desvío la mirada hacia atrás e hizo una pequeña mueca.
- Me escapé supongo.
- ¿Quieres ir conmigo?
El león se refería a su manada. La cachorra de león asintió con la cabeza muy entusiasmada. Llegaron a la roca del rey. Se a dirigió Uru, la reina le dió la bienvenida. De repente a Scar se le salió una lágrima de tristeza. La nostalgia había llegado. Sintió un vacío enorme por la falta de Kyle.
★Flash back ★
Era un día lluvioso, con muchos deslaves. Scar estaba debajo de una roca con un hoyo debajo por el cual se podía ocultar, aterrado, temblando “Hecho bolita”.
- Príncipe, ¡Vámonos! -. El lobo de tierra estaba afuera.
El príncipe se volvió y lo vió a los ojos:
- ¿Kyle? ¿Eres tú?
- ¡Vámonos, Scar!
El león salió de su escondite. Kyle metió su cabeza entre el pecho del león dirigiéndose a las patas delanteras.
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Antes del rencor y la muerte
FantasyEn esta lectura se relata la historia de Scar, el primogénito del gran rey Ahuadi y la gran y respetable reina Uru. El pequeño león pasó obstáculos, que, poco a poco, su corazón bueno que tenía se fue tornando obscuro, rencoroso y vengativo.