No se sabe con certeza, algunos apenas y podían recordar para hablar de ella.
Esa historia.
Esa donde se cuenta que; hacía un tiempo atrás un ángel cayo a la tierra, se rumoraba que su belleza era inigualable, sus cabellos blancos, largos y lacios caían sobre sus hombros y brillaban como la blanca luz de la luna, su tez era igual de pálida y sus ojos azules como el mar.
Al parecer, un ser maravilloso e indescriptible había caído del cielo mismo y bendecido la tierra.
Cuentan que conoció a un hombre que pasaba por el lugar, era un ser humano común y corriente, pero lleno de poder y riquezas, en ese momento al verlo lastimado e indefenso el hombre le ofreció su mano prometiéndole así cuidar de él.
Con el tiempo ambos se enamoraron, aquel hombre con poder mandó construirle un hermoso y grande castillo, debía adorar y preservar la belleza de su preciado ángel y protegerlo de personas que buscaran hacerle daño.
Lamentablemente el hombre pereció y nunca más se supo de aquel ángel.
El hombre no dejaba que ningún sirviente entrara y tampoco tuvo descendientes que lo cuidaran, por lo que nunca se tuvo un buen mantenimiento y con el tiempo el castillo se fue deteriorando poco a poco. Desde entonces nadie, absolutamente nadie ha podido tener acceso a el.
Tanto que el pueblo perdió el interés y todo comenzó a volverse una simple leyenda, un mito.
Se dice que el castillo está protegido por el espíritu de aquel hombre, que sigue cuidando y velando por su ángel de hermosa e incomparable belleza.