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---No puedo Naeun, tengo cosas que hacer

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---No puedo Naeun, tengo cosas que hacer.

La mirada de Naeun era indescriptible, era la primera vez en mucho tiempo que Minho le negaba algo.

---Pero Krystal y sulli irán con sus respectivas parejas, ¡no puedo ir yo sola, eso sería vergonzoso!

Minho apretó la punta de la nariz con una de sus manos, Naeun no dejaba de insistirle; algo que le parecía realmente lindo en el pasado, ahora solo le resultaba molesto.

---No te juzgaran si vas sola, Naeun.

Hizo un puchero, uno de esos que lo volvían loco y con el que siempre lograba convencerlo de todo. --- porfavor, vamos ¿sí? ---las palmas de sus manos recorrieron todo su pecho por encima de su camisa y subieron hasta su cuello, pegando su cuerpo y entrelazando sus dedos sobre mechones de su cabello, era una caricia que Minho disfrutaba mucho. No es que Naeun dejara de parecerle atractiva de la noche a la mañana, porque lo era, pero su interés y atención por ella se había perdido, quizá solo un poco.
Respiró hondo y profundo, rendido ante la insistencia por parte de su novia.

---De acuerdo, pero solo un rato. Debo volver temprano a casa.

---Odio que tus padres te impartieran clases particulares, realmente no lo entiendo ¿para qué?

---Ya te lo había explicado Naeun, mi padre quiere que vaya aprendiendo todo lo que se necesita saber de su empresa, algún día la heredaré y debo lidiar con todos los problemas que conlleva eso. No es algo fácil y lo sabes.

Mentía.

Era verdad que su padre quería que algún día su hijo heredara su empresa, una que le había costado sangre y sudor y por la cual no se la entregaría a cualquiera, lo que ninguno de sus amigos sabía era el hecho de que Minho tenia un hermano mayor, no vivía con ellos ya que yacía estudiando fuera del país desde muy pequeño, era por eso que jamás lo mencionaban, haciéndole creer a todos que Minho era hijo único.

Su hermano mayor era muy querido por sus padres, casi que el favorito de ambos, por eso se encontraba estudiando en una de las mejores ciudades de Paris, era inteligente al igual que el, obteniendo las mejores calificaciones de toda su generación. Minho lo admiraba y lo quería demasiado. Pero no estaba interesado en llevar la carga de la empresa de su padre, algo que, al contrario que su hermano mayor anhelaba con fervor.

Sus padres nunca le obligaron a impartir clases particulares en casa, era una simple excusa para poder escabullirse al castillo sin ser descubierto. Aquellos días sus padres tampoco estaban en casa, solían viajar un largo tiempo para visitar y convivir con su hermano, era algo que no le molestaba en lo absoluto y que justamente le había caído como anillo al dedo.

La velada había durado mas de lo esperado, siendo Naeun la que evitaba a toda costa que se fuera temprano de aquel lugar, cuando por fin estuvo satisfecha y para en ese entonces todos volvían a sus hogares fue que lo soltó. Justo cuando la dejó en la puerta de su casa como solía hacerlo, despidiéndose con un largo beso en los labios.

𝓗𝓮𝓪𝓿𝓮𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora