Ángeles :
seres sobrenaturales con capacidades y poderes sobrehumanos, cuya función principal es servir a una deidad suprema. Sus características y funciones varían según la cultura.
"Los ángeles solo pueden contener un sentimiento a la vez."Bajó su mirada encontrándose con un Taemin recostando la nuca en su regazo mientras también sostenía un libro en sus manos, parecía perdido en el.
Quizá debería sentirse culpable, debería.
Más cuando durante toda la semana Taemin se le acercaba con ojos de cachorrito, jugaba con su cinturón y terminaban follando.
Sí.
Quizá debería.
Si lo que el susodicho libro decía era verdad, entonces, Taemin habría desarrollado cierta dependencia hacia él. Un nudo en su estómago se formó ante tal idea, ¿no era amor, sino dependencia?
Podría ser...
Volvió en si cuando encontró aquellos ojos azules mirándolo con curiosidad, quizá el pequeño abría sentido su mirada concentrada en él. Instintivamente su mano libre acarició su cabeza y luego sus dedos se enredaron en su suave y blanquecina melena.
Me pregunto sí...
--- ¿Te has enamorado, Taemin?
Demasiado tarde para darse cuenta que su pregunta fue dicha en voz alta, y no pensada desde dentro de su propia cabeza.
Taemin lo miró, asintiendo sin inmutarse.
Su estómago volvió a arder, mordiéndose el interior de su mejilla para evitar hacer una mala cara y dejando de verle, temía que si lo hacía Taemin pudiera leerle sus pensamientos. El pequeño ser de luz solo se levantó, acercándose a él y tomando su cara con las palmas de sus manos, luego, lo besó. Un beso casto y con mucho significado.
Probablemente Minho lo interpretaría como una acción para dispersar sus celos, que equivocado estaba.
Más cuando el peli blanco se sentó en sus piernas y sus brazos rodearon su cuello, sus ojos azules lo miraban con tal intensidad logrando que Minho se pierda en ellos cada vez que sus miradas se cruzaban, justo como en aquel instante. En donde Minho le pasaba uno de sus largos mechones detrás de la oreja; que rebelde se había colado por la cara de Taemin, logrando que casi al instante este se acurrucara en su mano.
--Me gustas mucho, Taemin.
El menor dibujo una sonrisa en sus labios.
Luego se besaron, se besaron mientras jugueteaban con sus lenguas, se besaron hasta que las traviesas manos de Minho bajaron por la cintura de Taemin y luego se colaron por debajo de su camisón; que era el favorito de Taemin.