Decisiones

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Me estremezco en cuanto las manos de Starrk bajan por mi cuerpo hasta hacer que mis muslos se abran acogiendole. Sus ojos se clavan en los mios y baja para besarme en el mismo instante en que se hunde en mi cuerpo haciendome gemir en sus labios.

-Ah... Starrk...-él me sonríe y vuelve a embestirme haciendo que arquee mi espalda.

-Eso es... gime mi nombre...-Un nuevo gemido escapa de mis labios a la vez que me aferro a sus nalgas para hacer que me penetre más profundamente aun.

Sentir como me besa, como me abraza y como se mueve entre mis piernas hundiendose dentro de mi me llena tanto fisica como emocionalmente. Jamás me he sentido tan feliz como ahora que vivo con el hombre al que amo.

-Ah... te quiero... ah...-Escucho una ligera risa justo sobre mis labios y siento como me besa apasionadamente a la vez que tira de mi para quedar sentado conmigo sobre su cuerpo.

-Amar... se queda... ah... corto para lo... ah... que yo siento por ti... ah... mi Sou... ah...

Yo siento como el corazón parece querer explotarme en el pecho y no puedo evitar llorar abrazandolo y besandolo a la vez que siento como me corro sobre su pecho y como él lo hace dentro de mi cuerpo.

En cuanto salgo de la ducha me siento renovado. Ya llevamos viviendo juntos más de un mes y es increible la felicidad que siento en cada momento de mi vida. Estar con Starrk es lo que siempre he deseado y su compañía es lo que le faltaba a mi existencia. 

Me entristezco un poco al pensar en mi familia. Mi padre practicamente me echó de su casa cuando le dije que no tenía intención de continuar acatando sus designios mientras renunciaba a mi propia vida, a mis sueños y a vivir con el amor de mi vida. Por supuesto cuando le dije que era un hombre y miembro de otro clan casi le da un infarto asi que le ahorré decirle quien era. 

Intento no pensar en ello, pero cuando el recuerdo de sus ojos llenos de decepción acude a mi mente siento una ligera punzada en el pecho que ensombrece mi idilica felicidad.

-¿Otra vez pensando en tu padre?-Me dice Stark abrazandome por la espalda y besandome en el cuello.

Cuando nuestras miradas se encuentran en el reflejo del espejo intento sonreirle, pero no puedo ocultarle mi preocupación.

-En cuanto tu hermano se haga cargo del clan y le de lo que quiere se olvidará de tu negativa y acabará perdonandote.

-No creo que sea tan facil.

-Eres su hijo, debe quererte a pesar de no haber querido seguir sacrificandote.

-Tu no conoces a mi padre. Jamás fue cariñoso o paternal con ninguno de nosotros. Es como si hubieramos sido simples peones en su tablero a los que manejar segun tocaba en el momento. Nunca nos abrazó, o nos demostró amor alguno y por supuesto, no creo que nuestra felicidad sea de importancia alguna para él.

-Mi padre también era algo duro, sobre todo con Sousuke, pero de vez en cuando tenía algunos detalles que dejaban entrever que nos quería a su modo.

-Además, ahora que soy tan feliz...-Digo dandome la vuelta y abrazandolo-... estoy preocupado por Byakuya.

-Él es todo un hombre ya, le será fácil ocupar tu puesto.

-Pero le he robado la posibilidad de que sea feliz.

-¿Quien sabe? A lo mejor él está hecho para ser el lider del clan.

Su sonrisa me tranquiliza un poco. Desde luego Byakuya es muy capaz para ocuparse de todo lo que he estado haciendo yo hasta ahora, pero sigo con una espinita clavada en mi pecho. El timbre de la puerta nos hace girarnos.

Sentimientos prohibidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora