Enlace sombrío

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Camino algo molesto por haber tenido que venir hasta esta zona de la ciudad a estas horas de la tarde. Casi ha anochecido y aun no entiendo porque mi padre me ha pedido que me pasara por aquí. Preferiría mil veces estar ahora mismo en mi cuarto con Ichigo y poder meterle mano mientras estudia. Seguramente se cabrearía conmigo, pero terminaría cediendo dejando que hiciera con su cuerpo lo que mas me gusta. Solo con pensarlo ya se me está poniendo dura.

Vuelvo a dar otra vuelta, pero no detecto presencia demoniaca alguna. Segun mi padre en esta zona han estado habiendo muertes sin explicación de jovenes que al parecer tenían algo de sangre sagrada. Es increible que haya tanta gente ignorante de su condición, lo que para los demonios es como entrar a un buffé libre.

Sigo caminando mientras golpeo una piedra con las manos en los bolsillos y no puedo evitar acordarme del ultimo día que vi a Ulquiorra. Como siempre me sorprendió a la salida de los entrenamientos y nos metimos a follar en el almacen del gimnasio. Dios, follar con él es increible aunque agotador y no sé como me vi pidiendole que nos vieramos algun día para salir y hablar. Sus ojos me miraron fijos y no dijo nada al respecto pero jamás pensé que dejaría de venir a verme. Tal vez tenga pareja y lo nuestro solo sea un desahogo o puede que sea parte de una secta que odia el sexo.

Niego con la cabeza para intentar sacarme esas idioteces de la mente cuando escucho ruido de cosas rompiendose. Me acerco hasta una casa de una sola planta. Se nota que tiene bastantes años pero está bien cuidada. Miro por encima del muro, pero parece estar todo tranquilo. Las luces en el interior estan apagadas y no se ve movimiento alguno. Intento centrarme por si percibo a algun demonio cerca pero nada. Justo cuando voy a bajarme del muro vuelvo a escuchar un ruido, esta vez es una especie de gemido o quejido, no estoy muy seguro. No sé muy bien que hacer, si me pillan dentro de una propiedad privada me meteré en un lío, por no mencionar si interrumpo algo intimo entre los dueños de la vivienda.

-Ah... -Vuelvo a escuchar un gemido. Sí, esta vez se que ha sido un gemido aunque no podría asegurar que fuera muy placentero, pero lo que me hace saltar del muro y correr hacia la casa es el ruido de varios objetos romperse a la vez que percibo el olor a sangre.

Doy la vuelta a la casa y veo una ventana abierta. Entro por ella y camino siguiendo el sonido de los gemidos. Tal como imaginaba no son sonidos muy placenteros y cuando llego a una de las habitaciones miro horrorizado como hay un joven de poco más de diez o doce años tumbado bocarriba sobre la mesa del despacho, totalmente desnudo y siendo brutalmente penetrado por varias pollas que salen de un mismo individuo. Mis ojos se abren a lo máximo cuando siento perfectamente el aura demoniaca surgiendo de ese ser. No es posible, ¿un demonio con forma humana? Es alto y muy delgado, su pelo negro y largo cae parcialmente sobre su rostro y su escalofriante sonrisa se ve coartada por su larga lengua que se alarga hasta convertirse en una polla más que estan penetrando el culo del chico.

-¡Eh, tu, demonio!- Le digo mostrandole claramente una bola de fuego en mis manos.-Suelta a ese chico y enfrentate a alguien de tu tamaño.

Lo veo mirarme pero no se mueve. Puedo ver perfectamente como todas sus protuberancias comienzan a aumentar el ritmo de las penetraciones haciendo que el chico grite de dolor.

-Si te acercas, él morirá.

Ni siquiera me paro a pensar en como es posible que pueda hablar con la lengua metida en el culo del chico, pero no puedo permitir que llegue hasta el final con él. Es demasiado joven, no sobrevivirá a este brutal asalto. Me dispongo y ataco a la vez que salto hacia delante pero cuando caigo sobre la mesa el chico no está en ella. El demonio lo ha alzado con la fuerza de sus pollas y ahora lo mantiene en el aire moviendo su cuerpo arriba y abajo para continuar penetrandolo.

-Ah... arg... no... ah... por fa... vor... salva... me... ah...

Aprieto los puños sintiendo como la rabia comienza a controlarme. Es por esto que vivimos los protegidos de la sangre sagrada pero ver lo que son capaces de hacer los demonios, me hace odiarlos a todos. Ojalá pudiera haber una forma de exterminarlos a todos por completo.

Sentimientos prohibidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora