Tear • km

Tear

Sentía su cuerpo roto, sentía que nada de lo que había hecho valía la pena, sofocado en recuerdos, sofocado en dolor.

No lograba entender qué era lo que había pasado, no entendía cómo es que después de entregar tanto amor, le habían podido fallar de una manera tan cruel.

Era tortuoso pensar que él había sido el culpable.

No, no era su culpa.

A él era al que le habían hecho daño.

Se levantó, estaba cansado de toda es mierda, ¿y qué si no quería seguir con la vida que llevaba? ¿Y qué si lo único que necesitaba era un nuevo inicio? ¿Pero cuál?

Se lavó la cara y se miró al espejo, le dio pena lo que vio, casi con asco, reconoció que su corazón había sido utilizado y lanzado como si no fuera nada.

Cansado de todo eso, decidió salir de casa a comprar un poco de alcohol, tal vez era una opción inmadura pero necesitaba dejar de pensar un instante.

Entró a una tienda de conveniencia y compro un six de cerveza.

—¿Va a llevar algo más? —preguntó la cajera.

—No, es todo —sacó su billetera y pagó.

Y entonces, mientras esperaba su cambio lo vio, un volante que estaba en el mostrador.

Lo tomó y sonrió.

«Una nueva oportunidad, eh?»

Tomó su cambio, su cerveza y fue a casa con ese volante. Tal vez, era lo que necesitaba.