Cap. 11

47 4 0
                                        

Su mirada iba a la litera de arriba, no podía ver el techo ya que le tapaba la vista.

No podía dormir, de todas formas consideraba que no valía la pena porque eran las dos de la mañana.

No quería darle la razón al hombre, él había entrado ahí por una razón, pero ahora dudaba que su razón fuera suficiente.

¿Demostrarse que era fuerte y capaz? Ya no estaba seguro.

Sintió pesadez en sus ojos pero no fue por el sueño, fue por las lágrimas que se comenzaron a formar. Tal vez no era tan fuerte como siempre pensó, tal vez no tenía motivo real de estar ahí.

Tal vez debía desistir.

Tal vez el capitán Jeon tenía razón, era mejor aprovechar su despido sin consecuencias.

Encontraría un trabajo, podría hacer algo con su vida.

¿Podría?

Lo intentaría.

De repente su cama se hundió de un lado y volteó con alerta, pero se relajo al ver al castaño.

—¿No puedes dormir?

Negó —¿Y tú? ¿Por qué sigues despierto?

—Me acabo de despertar —el hombre le sonrió—, y te vi perdido en tu mente. Debes tener cuidado.

—¿En qué?

—Al navegar en tu mente, podrías hundirte ahí mismo. Es peligroso.

Jimin lo medito, el hombre tenía razón.

—¿Por qué me hablas?

—¿Por qué no? —el castaño se veía confundido.

—Todos me odian porque por mi culpa siempre nos ponen castigos extras.

—Ah, lo dices por eso —el hombre sonrió—, yo sé lo que es ser un caso perdido. Así que quiero estar cerca por si pides ayuda.

—¿Gracias? —dijo con desconfianza—, de todas formas, no es necesario, estoy bien por mi cuenta.

—Lo sé —le sonrió—, sólo, me gustaría ser tu amigo, ya te lo dije, no es agradable aquí.

Le dio la razón, el tiempo que llevaba ahí era más que suficiente para comprobarlo.

—Sé que no me pediste ningún consejo —Hoseok habló—, pero trata de no responderle tanto al capitán Jeon, hasta ahora, se ha portado decente, pero quién sabe —lo vio encogerse de hombros—, podría empeorar para ti.

Asintió, él mismo estaba consciente de eso.

Aún así, no le tenía rencor al hombre, sabía que hacía su trabajo y también era consciente de que él no estaba siendo el mejor cabo, se sentía como jugar un estira y afloja.

Sólo que ninguno aflojaba, sólo estiraban para ver quién caía primero cuando la cuerda por fin se rompiera.

Suspiró cansado —Trato, de verdad.

—Trata más fuerte —el hombre soltó con paciencia—, al final, ésto es nuestro trabajo, tendremos una paga por ésto, así que es lo que hay que hacer.

Recordó ese pequeño detalle que no recordaba. Él recibiría un pago, no sabía cuándo, no había leído el contrato y tampoco estaba seguro para que lo querría si de todas formas estaría todo el tiempo ahí.

Pero que le recordarán que era un trabajo lo hizo sentir diferente.

Era un trabajo donde su jefe estaba harto de él.

«¿Es todo? ¿Sólo soy capaz de provocar que me despidan? Qué asco», pensó.

—Deberíamos dormir un poco —soltó en un hilito de voz.

Hoseok asintió —Trata de dormir al menos una hora, y trata de hacerlo mejor.

Sabía perfectamente a qué se refería, no era de extrañar.

Sorpresivamente, pudo dormir casi de inmediato, como si esa pequeña charla fuera un desahogo que necesitaba.

Y cuando las insoportables trompetas sonaron, pudo levantarse de inmediato. Se apuró a vestirse, ahora sólo les daban 6 minutos. Ni un segundo más.

Y justo cuando había terminado de amarrar su agujeta, la puerta fue abierta y el rostro del hombre que no hacía su estancia tranquila, apareció.

—¡En fila, soldados!

Todos se acomodaron sin más y esperaron, como cada mañana, los regaños.

Jimin casi podía saborear el rostro de asombro del hombre cuando pasó a su lado, pero no fue así, el hombre ni siquiera le dirigió la mirada más que de reojo y habló.

—Su camisa no está bien fajada, cabo Park, pero lo ha hecho mejor que días anteriores, esfuércese más.

Y aunque no era lo que esperaba, el hecho de que no tuviera un castigo empezando el día, le dio esperanza de que podría lograrlo.

Debía hacerlo, no había marcha atrás. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 21, 2024 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Tear • km Donde viven las historias. Descúbrelo ahora